Leasing o renting para particulares, ¿cuál elegir?

Descubre lo que son y qué diferencia al leasing del renting de vehículos para particulares.

Es importante, antes de elegir entre el leasing o el renting, que se entiendan las diferencias que existen entre las 2 opciones. Y es que, si bien es cierto que ambas ofrecen facilidades a la hora de disponer de un coche sin necesidad de comprarlo, difieren en aspectos como quién puede contratarlo, la duración, los servicios incluidos o la posibilidad de adquirir el vehículo al final del contrato.

En este artículo, damos la información que se necesita para decidir cuál es la adecuada (si todavía se duda entre el leasing o el renting).

Sin embargo, y antes de analizar lo que las distingue, es importante que se conozcan cada una de ellas:

¿Qué es el leasing?

El leasing es un contrato que permite el alquiler de un vehículo a largo plazo (de media, entre 3 y 5 años), pagando una cuota periódica, y en el que se incluye una opción de compra (equivalente, por lo común, al precio de una cuota) que se puede “ejecutar” al vencimiento del contrato.

El leasing, y es algo a tener muy en cuenta, solo está disponible para empresas y autónomos (pudiendo ser contratada, únicamente, por ellos).

¿Qué es el renting?

El renting es un contrato que, como en el caso anterior, hace posible el arrendamiento de un vehículo por un largo periodo de tiempo (de media, entre 3 y 5 años), abonando una cuota al mes (en la que se incluyen una serie de gastos: mantenimiento, seguro, etc.), y en la que no se incluye una opción de compra, pudiéndose, al vencer el contrato, ampliar su duración por un año más, devolver el coche y/o arrendar otro distinto.

Esta opción, a diferencia de la anterior, está disponible tanto para particulares como para empresas.

¿Cuáles son las principales diferencias entre el leasing y el renting?

A la hora de elegir entre el leasing o el renting, es importante que se conozcan los aspectos que las distinguen, empezando por la naturaleza del producto.

El leasing, como se ha avanzado, es un producto que solo pueden contratar las empresas y los autónomos; sin embargo el renting también puede contratarlo un particular.

El segundo de ellos es la opción de compra.

El leasing si que la incluye, pudiendo “hacerse efectiva” una vez se cumple el tiempo que se ha estipulado (respecto del alquiler del vehículo), no así el renting, que dispone de otras opciones tras vencer el contrato: ampliarlo, devolver el coche o arrendar uno nuevo. 

El tercer aspecto que diferencia al leasing y al renting se relaciona con los gastos cubiertos.

En el leasing, es el cliente el que los asume (al ser el “propietario” temporal del vehículo) como una obligación más de entre las que adquiere al firmar el contrato. Por el contrario, en el renting es la empresa que lo provisiona la responsable de los costes que suponen, por ejemplo, el mantenimiento, los impuestos, el seguro, etc. 

 

leasing o renting particulares

Por último, leasing y renting se diferencian en la duración de sus contratos.

Mientras que el leasing es una opción a largo plazo, el renting lo es más a corto-medio plazo (existiendo, en algunos casos, el renting flexible, con el que se permite el alquiler por periodos reducidos, por ejemplo, de meses o de semanas o, incluso, sin una duración concreta).

Leasing o renting, ¿cuál elegir?

Llegado el momento, y en base a lo explicado anteriormente, ¿qué opción es la adecuada, el leasing o el renting?

La respuesta es: depende

En primer lugar, del tipo de usuario: si se es empresa o autónomo se puede acceder al leasing; en cambio, si se es particular, esta opción no está disponible.

También depende de la cantidad que se quiera gastar: si no es muy alta, lo preferible es el renting (ya que cubre, además del uso, los gastos relacionados con él, lo que supone un ahorro). En el caso de serlo, y más si se necesita por un largo periodo de tiempo, se podría optar por el leasing. 

Igualmente, hay que valorar el verse “envuelto en trámites” o, por el contrario, buscar una alternativa que no requiera de muchas gestiones. Si se tienen los conocimientos, el dinero y, sobre todo, el tiempo para realizarlas (y se piensa en el largo plazo), se debe elegir el leasing, siendo el renting la opción óptima en el segundo caso (es más liviano en lo que a requisitos se refiere).

Hay quien busca, con el alquiler del vehículo, ser propietario del mismo y quien, por el contrario, prefiere poder cambiar de coche si así lo desea. Si se es de los primeros, se recomienda el leasing (recordad: tiene opción de compra) y la del renting si se es de los segundos (no se puede adquirir, si ampliar, devolver o elegir otro vehículo).

Por último, si lo que se busca es la comodidad de no tener que preocuparse de todo lo relacionado con el vehículo (mantenimiento, impuestos, etc.), el renting es la opción adecuada, ya que, como se ha avanzado, los incluye en la cuota mensual que se abona por el servicio (algo que no hace el leasing). Además, se podrán aprovechar los últimos avances tecnológicos en automoción.

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