Teletrabajo vs trabajo presencial: de camino a un modelo mixto

Te explicamos las ventajas de cada uno de estos modelos y los motivos que llevan a las empresas a elegir una combinación de ambos.
El COVID-19 aceleró la llegada del teletrabajo a las empresas. Un modelo que, si bien no era nuevo, ha terminado por convertirse en la solución para muchas de ellas en tiempos de pandemia. Así, y una vez hemos estrenado la etapa POST COVID, la pregunta es ¿seguimos teletrabajando o es preferible que regresemos al trabajo presencial?

El balance del teletrabajo es muy positivo, y hacia el vamos, pero hay momentos en los que la presencia en las empresas es necesaria. Actualmente, y es la tendencia, es cada vez más importante realizar una buena gestión del conocimiento y del talento, así como la formación de equipos multiprofesionales.

En la gestión del conocimiento, cobra mucha importancia el proceso de cocreación, en el que cada uno pone lo mejor de sí para crear un resultado final. En él, una de las piezas más importantes es el lenguaje no verbal. Si vamos modulando, vamos pivotando, en base a las reacciones no verbales de los demás, obtendremos unos resultados más satisfactorios y, sobre todo, tendremos la capacidad de innovar, de ofrecer opciones más creativas. 

Para ello, y a pesar de los grandes avances tecnológicos que se han producido, es necesario el trabajo presencial, dado que todavía no se disponen de las plataformas de comunicación a distancia que sustituyan aspectos clave como la informalidad que se establece entre los participantes o el contacto personal que se genera entre ellos en este tipo de casos. Y es que, esta ‘presencia’ hace posible que se generen vínculos, que dan lugar a unos equipos más cohesionados, algo que, a día de hoy, es imprescindible. Por último, no nos debemos olvidar del llamado contacto incidental, causal o no profesional. Es aquel que ocurre sin estar previsto y muchas veces sin que seamos conscientes de él.

¿Hemos de aprender a desconectar?

Es necesario desconectar en el trabajo y, como ocurre con la mayoría de los aspectos de la vida, aprendemos a hacerlo. Desde el punto de vista del trabajador, pueden ayudar estas dos estrategias:

  • Planificación: diseñar planes de trabajo adaptados al tiempo y a las necesidades.
  • Disciplina: exigirse a uno mismo el cumplimiento del programa y de los objetivos establecidos.

Por su parte, las empresas deben favorecer y potenciar esa desconexión mediante acciones concretas como, por ejemplo, facilitar la vida personal y profesional, ordenar los horarios de trabajo, etc. Pero, sobre todo, es muy importante el cómo actúa el responsable del equipo, el cual debe predicar con el ejemplo.

¿Qué ventajas tiene el teletrabajo?

Son muchos los beneficios que ofrece el teletrabajo: Destacan:

  • Ofrece un mayor abanico de posibilidades a la hora de gestionar tanto el tiempo como el espacio. 
  • Dejan de ser decisivos tanto los desplazamientos a las empresas como el lugar en el que se reside.
  • Facilita la conciliación laboral y personal.

Sin embargo, la realidad es que nos encaminamos hacia un modelo mixto de trabajo al que, sin embargo, no todas las empresas van a cambiar al mismo ritmo, ni será igual el porcentaje de teletrabajo y trabajo presencial en su día a día.

¿Cómo debemos regresar a las oficinas?

Pronto empezaremos a ejecutar los planes de retorno a las oficinas, los cuales se pueden aplicar tanto a empresas como a pymes. Algunos de los aspectos más relevantes que activan el compromiso, y que desde BBVA se están impulsando, son:

  • La confianza y el empoderamiento de los equipos.
  • Generación de un espacio abierto para el desarrollo profesional, donde el propio empleado sea el protagonista.

Desde BBVA hemos identificado también 5 principios que guiarán nuestro propio proceso de vuelta:

  • Ser prudentes, velando siempre por la salud de los empleados: volverán gradualmente a las oficinas aquellos que no hayan dado positivo, que no tengan síntomas y que no estén en cuarentena.
  • Retornar de forma gradual, progresiva y dinámica: estaremos atentos a la última información y datos disponibles, los cuales nos permitirán tomar las mejores decisiones.
  • Garantizar la seguridad de los empleados, la continuidad del negocio y las necesidades de nuestros clientes: estableceremos turnos y horarios flexibles donde sea necesario con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio.
  • Habilitar estrictas medidas de higiene y seguridad.
  • Establecer protocolos de identificación temprana.

En resumen, regresar a nuestros centros de trabajo es, en sí mismo, un proceso, el cual debemos llevar a cabo, de manera cautelosa. Es uno de los pasos a dar hacia la llamada nueva normalidad, en la que es primordial que seamos prudentes en nuestras acciones. Pronto vendrán tiempos mejores, habiendo dado respuesta a los ‘cómo’ y ‘para qué’ que actualmente tenemos.