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Aerotermia en un piso, ¿por qué merece la pena?

Te explicamos todo lo que tienes que saber para instalar este sistema de calefacción sostenible en tu vivienda.
La aerotermia se ha convertido en uno de los sistemas de calefacción y refrigeración más populares, al ser una de las alternativas más sostenibles y eficientes del mercado. Pero no son, estas 2, las únicas razones. En este artículo, y con detalle, vamos a explicar cuáles son los motivos principales por los que “compensa” la instalación de aerotermia (en un piso, en concreto), además de indicar qué requisitos se necesitan para “colocar” este sistema y entre qué tipos de instalación vas a poder elegir. ¡Sigue leyendo!

Aerotermia en un piso, ¿por qué merece la pena?

Son varios las razones que llevan, a una persona (o familia), a instalar un sistema de aerotermia en un piso: 

  • Eficiencia: es una de las tecnologías más eficientes, al producir (habitualmente) más energía de la que consume, lo que deriva en un ahorro energético que se refleja en la factura de la luz y el gas.
  • Sostenibilidad: el sistema de aerotermia, instalado en el piso, utiliza una energía natural, renovable e inagotable.
  • Reducción de emisiones: al usar una fuente de energía renovable, el sistema de aerotermia va a emitir una menor cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
  • Versatilidad: el sistema de aerotermia puede proporcionar calefacción o refrigeración, tanto del aire como del agua, al piso.
  • Adaptabilidad: se puede conectar al sistema de distribución que se haya instalado previamente en la vivienda.
  • Control: ofrece un “manejo” más preciso de la temperatura en el interior del edificio (permitiendo un mayor nivel de confort). 
  • Durabilidad: los componentes del sistema de aerotermia (instalado en el piso) están diseñados “para perdurar en el tiempo”, siempre y cuando se les realice un mantenimiento adecuado.

¿Qué requisitos necesita un piso para poder albergar un sistema de aerotermia?

El sistema de aerotermia necesita que se den una serie de condicionantes, en el inmueble, para su correcta instalación y funcionamiento. Estos son: 

  • Disponer de espacio donde colocar una unidad exterior de aerotermia: uno de los elementos clave, para su instalación, es saber dónde se va a colocar la unidad exterior del sistema de aerotermia (ya que es el componente que recoge la “energía” y que pone “en marcha el proceso”). Algunas de las opciones más habituales son: terraza, patio o incluso, en comunidades de vecinos, se puede instalar la unidad exterior en la fachada del edificio, pudiendo ocupar, por ejemplo, el espacio en el que estaba el aire acondicionado. Eso sí, en esta última (o en cubierta) hay que ver si se necesita consultar con la comunidad (antes de iniciar la instalación), ya que hay casos en los que se tiene que aprobar en junta.
  • Disponer de espacio donde colocar una unidad interior de aerotermia: también es importante que se sepa dónde se colocará la unidad interior del sistema de aerotermia (es el componente encargado de recoger la energía que capta la unidad exterior y, tras ello, de distribuirla) El tamaño de la unidad interior suele ser el equivalente a un frigorífico.
  • Conocer la regulación de la comunidad de propietarios: algunos edificios o comunidades pueden tener restricciones en cuanto a la instalación de unidades exteriores visibles en la fachada o en áreas comunes. Es importante consultar la normativa local y obtener el permiso necesario antes de instalar un sistema de aerotermia.
  • Conocer el sistema de distribución: dependiendo del tipo de calefacción y refrigeración existente en el inmueble, es posible que sea necesario instalar conductos de aire, tuberías de agua caliente o sistemas de calefacción por suelo radiante para distribuir el calor o el frío generados por el sistema de aerotermia (si no se dispone de esta infraestructura antes) en el piso.
  • Saber la capacidad eléctrica de la vivienda: los sistemas de aerotermia requieren energía eléctrica para funcionar. Es importante asegurarse de que el sistema eléctrico del piso pueda soportar la carga adicional que se producirá con su instalación.
  • Saber las dimensiones del inmueble: la aerotermia es más rentable según el tamaño del inmueble, es importante un estudio por parte de una empresa especializada para analizar y poder determinar cual es el modelo que más se adecúa en función del tamaño de la casa.

Tipos de sistemas de aerotermia que se pueden instalar en un piso

Si la idea es conseguir un sistema de aerotermia con calefacción (o refrigeración) centralizada en un piso, la energía tendrá que ser distribuida a través de un sistema de conductos o aparatos que se repartirán por toda la vivienda. En este sentido, los tipos de distribución de aerotermia más habituales son: 
  • Aerotermia con suelo radiante: se van a instalar unos conductos debajo del suelo, que son los que permiten climatizar la vivienda o distribuir el agua caliente.
  • Aerotermia con radiadores: se hace pasar el agua y/o el gas por unos conductos internos hasta los radiadores instalados en el edificio, que son los encargados de calentar o enfriar las habitaciones. 
  • Aerotermia por fancoil: se utilizan unidades de fancoil (dispositivos que poseen una batería de intercambio térmico en la que recogen el aire y/o agua caliente o fría para, a posteriori, expulsarla fuera con un ventilador) que son los que distribuyen el calor y/o la refrigeración por el edificio. 
  • Aerotermia por aire acondicionado o splits: este sistema funciona como el aire acondicionado convencional, pero la energía se extrae mediante una bomba de calor aire-aire.
  • Aerotermia con placas solares: aunque no es la forma más común de aerotermia, se puede utilizar para maximizar el uso de energías renovables, ya que se usa energía solar para hacer funcionar el equipo de aerotermia. Es recomendable buscar en el mercado la opción que más se adapte a las necesidades de la vivienda, no solo por el precio, sino también por las características de la misma. 

BBVA te facilita la instalación del sistema de aerotermia

Abonar el precio de un sistema de aerotermia, y de su instalación, es una inversión a largo plazo. Se estima que, de media, el ahorro energético que se genera, gracias a él, llega hasta el 60%, lo que implica un descenso considerable en la factura de gas o gasoil. 

Si, visto esto, te interesa el cambio de una caldera a un sistema de aerotermia, para reducir el consumo (y rebajar el importe del recibo de gas o gasoil), BBVA pone a tu disposición una financiación con condiciones especiales. ¿Quieres saber más sobre ella? Entra en bbva.es o la app de BBVA e infórmate.