Principios del Manifiesto Ágil: el valor de la simplicidad

Hoy te presentamos el décimo principio del Manifiesto Ágil, el cual nos habla sobre la simplicidad. Concretamente nos dice: 

La simplicidad o el arte de maximizar la cantidad de trabajo no realizado, es esencial.

Este principio nos alienta a que busquemos soluciones simples a los problemas, es decir, que elijamos la opción que aporte más valor empleando el menor esfuerzo posible.

La importancia de la simplicidad hoy en día

Normalmente, nuestra intención es resolver de la mejor forma posible la necesidad del cliente. Para ello, contemplamos todas las opciones posibles, lo que lleva a que  las soluciones ya nazcan complejas. A esto hemos de añadir el hecho de que vivimos en un entorno en el que las personas tenemos poco tiempo, lo que hace que necesitemos simplicidad en nuestras vidas. 

Además, la experiencia nos dice que la clave del éxito es la simplicidad. Así, si una opción es sencilla, casi con toda seguridad funcionará mejor. Pero, ¿por qué? Porque lo simple es fácil de cambiar, de recordar, de adaptar, de compartir e incluso de mantener. Por el contrario, las cosas complejas nos pueden inducir al caos, al desorden, a la saturación de información y, también, a contradicciones que nos producen incertidumbre y frustración, desinterés e, incluso, abandono.

Atentos a estos ejemplos

Fíjate en Apple y en su minimalismo, el cual permite manejarlo todo con un simple botón, o en IKEA, que cambió las complejas instrucciones por dibujos. También es reseñable el caso de Google y una de las claves de su éxito: la sencillez de su buscador. 

Conclusión

La simplicidad nos invita a centrarnos en lo importante, en lo esencial. Esto, a su vez, nos lleva a desprendernos de los desperdicios, es decir de todas aquellas cosas que hacemos y que no aportan ningún valor al producto final. Incluiríamos también entre ellos: los almacenajes de material que no sabemos si utilizaremos, las sobreproducciones, los retrabajos, e incluso no utilizar los talentos de cada una de las personas que componen tu empresa. 

 

Calidad vs Simplicidad

Ahora bien, que hagamos las cosas simples no quiere decir que sean de baja calidad. Como bien sabéis, la calidad en Agile no es negociable, es decir, tiene que estar presente en cualquier entrega que se hace al cliente.

¿Cómo podemos hacer las cosas simples?

Junto a todo lo anterior, hemos de valorar también: 

Tener al cliente presente en todo momento: habla con él, pídele feedback, y no supongas. De igual modo, cuando te pida algo, es importante que entiendas lo que es y no des lugar a la interpretación en base a tus experiencias previas. Si hay alguna cosa que no está bien clara, atrévete a preguntar.

Céntrate en lo fundamental e imprescindible.

Pon tu trabajo, tu conocimiento y tu experiencia al servicio de lo que el cliente te está pidiendo: así podrás satisfacer su necesidad con el menor esfuerzo posible.

Hasta aquí este artículo, en el que hemos querido compartir el noveno principio del Manifiesto Ágil, el cual profundiza la simplicidad que debemos implementar en el desarrollo de cualquier proyecto. Y como siempre decimos los Agile Coaches de la Disciplina Agile España: "todas y todos somos parte del cambio".

Adelaida Abruñedo, Agile Coach, de la Disciplina Agile España, en BBVA.

Aprendizaje Agile

- La simplicidad es fundamental en la Metodología Agile.

- Lo simple, como menciona nuestra experta, es fácil de cambiar, de recordar, de adaptar, de compartir e incluso de mantener.

- Eso sí, que algo sea simple no significa que tenga menos calidad.

- Para hacer las cosas más simples debemos, entre otras cosas, tener al cliente presente en todo momento, centrarnos en lo fundamental o poner toda nuestra experiencia y conocimiento a su servicio.

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