Leontxo García

Ajedrecista y periodista

"El ajedrez es el mejor gimnasio para la mente".

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¿Qué tipo de modelos de comportamiento estamos fomentado para nuestros niños? Estamos erigiendo como modelos de comportamiento, por ejemplo, a los héroes de la telebasura. Eso es terrible. Estamos haciendo que los niños se fijen, como modelos a imitar, en personas totalmente frívolas, vacías, que no cuentan absolutamente nada interesante, y que, además, lo hacen en hora punta con muchos niños viendo la tele junto a sus padres. O ponemos de modelo de comportamiento a futbolistas que meten los dedos en los ojos del rival o le insultan de la manera más soez o fingen lesiones para engañar al árbitro. Esos son sus ídolos. ¿No deberíamos trabajar todos poniendo cada uno un granito de arena para que los ídolos de comportamiento, los modelos para los niños sean científicos, escritores, trabajadores de una ONG y, por supuesto, maestros? Y, si elegimos deportistas, que sean realmente modélicos. Me estoy acordando, por ejemplo, de Rafa Nadal, que en una entrevista, a la pregunta de: “¿Tú te sientes importante porque eres muy famoso?”, contestó: “¿Yo? No. ¿Cómo voy a sentirme importante si lo único que sé hacer muy bien es pasar una pelota de un lado de la red al otro? Yo no puedo sentirme muy importante por eso”. Ese el tipo de modelo de comportamiento que necesitamos.

Una cosa es el ajedrez deportivo y otra cosa es el ajedrez como herramienta educativa. Puede aburrirte o no interesarte la alta competición, eso es muy normal, pero no conozco ningún caso de un alumno que se aburra en clase cuando su maestro o maestra están utilizando el ajedrez como herramienta educativa, siempre y cuando esos maestros estén bien formados. Es decir, el caso que mejor conozco es el de mi compañera profesional, Lorena García, que utiliza, por ejemplo, piezas de colores o hace que jueguen al ajedrez en un gimnasio y los niños pueden jugar tumbados o pueden jugar sentados o juegan por equipos o por parejas, con juegos combinados con dos tableros a la vez, donde las piezas que se comen de un tablero pasan al otro… Esos niños se están divirtiendo. Para disfrutar jugando al ajedrez o para utilizarlo como herramienta educativa no hace falta tener ningún tipo de inteligencia especial. Cualquier tipo de persona de cualquier edad, condición o nivel intelectual puede disfrutar del ajedrez o utilizarlo como herramienta educativa.

"Junto a la música, no hay una herramienta pedagógica que sean tan eficaz, transfiera tantos valores ni sea tan divertida como el ajedrez".

Los alumnos de ajedrez educativo desarrollan más su inteligencia que los otros, en general, en múltiples parámetros, incluida la inteligencia emocional. También mejoran su rendimiento académico, en general, pero, sobre todo, en dos áreas que son matemáticas y comprensión lectora. Esto está incluso científicamente demostrado. Además, hay muchísimas otras cualidades, podríamos hacer una lista de cuarenta o cincuenta, pero, por citar solo una, saber ganar y perder, en el ajedrez se desarrolla de una manera muy especial porque tú, en el ajedrez, más que en ningún otro deporte, no puedes echarle la culpa de tu derrota ni al árbitro, ni a que está lloviendo, ni a que el terreno está embarrado. La suerte prácticamente no influye. Por tanto, en ajedrez, el que pierde es el que más aprende. Si yo juego una partida ahora contigo, y tú me ganas, lo primero que yo voy a hacer es preguntarme por qué he perdido. Estoy desarrollando el pensamiento autocrítico de una manera muy intensa. Si yo juego al ajedrez con frecuencia, estoy haciendo eso muy frecuentemente. No me cabe duda alguna de que ahí podemos hablar de transferencia, es decir, que eso que me está desarrollando el ajedrez es transferible a la vida real y yo voy a ser autocrítico en mi vida normal ante cualquier situación porque tengo una especie de músculo automatizado en mi cerebro para ser autocrítico. Pero, en fin, la lista de virtudes, valores y habilidades que desarrolla el ajedrez es muy larga.

Tener un pensamiento flexible es esencial. Ya no basta con pensar, ahora hay que aprender a pensar de manera flexible. Y, ahí, el ajedrez funciona muy bien porque si yo juego una partida contigo y, durante esa partida, hay varios momentos en los que una sola jugada tuya o mía nos va a obligar a cambiar la evaluación de todo el tablero. Y, además, lo tenemos que hacer rápido porque el reloj está en marcha.

Biografía

Leontxo García es periodista especializado en ajedrez desde hace más de 30 años, además de ajedrecista de competición desde los 14. Es uno de los grandes divulgadores del ajedrez como corresponsal, presentador de televisión, redactor y conferenciante en más de una veintena de países. Autor del libro ‘Ajedrez y Ciencia, pasiones mezcladas’, en 2011 fue galardonado con la Medalla al Mérito Deportivo.