La preocupación por el medioambiente se extiende por todos los ámbitos de la sociedad, al igual que también lo hace la búsqueda del bienestar de las personas, como seres humanos. Ambas ideas son la base sobre la que se sustenta la llamada sostenibilidad económica; un concepto que se puede resumir en la disposición de un equilibrio entre el ser humano y la naturaleza de cara a satisfacer las necesidades presentes sin sacrificar las de generaciones futuras.
¿Cuáles son las claves de la sostenibilidad económica?
Tomando como base la definición previa, la ONG Oxfam Intermon elaboró los que, todavía hoy, se consideran los cinco puntos de referencia para entender la sostenibilidad económica:
- No solo importa la productividad y la competitividad: si bien sabemos que es importante apostar por aquellas empresas que sean rentables, los gobiernos también deben ayudar e invertir en aquellos sectores que no reporten beneficios económicos a la empresa privada pero sí a la sociedad. Han de mantener el equilibrio.
- Ser eficiente es fundamental: aprovechar al máximo los recursos naturales de los que disponemos, y que son escasos en muchos casos, es básico para conseguir la sostenibilidad económica. Un ejemplo claro lo encontramos en el agua.
- Unión entre tecnología e innovación: la vinculación entre ambas debe ayudar a la creación de soluciones que sean sostenibles a todos los niveles: medioambiental, social y económico.
- Limitar los recursos: existen dos tipos, renovables y no renovables. Los primeros nunca deben consumirse a un ritmo que supere su producción ya que los llevaría a una limitación en el consumo, mientras que, en el caso de los segundos, es recomendable que se sustituyan paulatinamente por una alternativa renovable, lo que evitaría su desaparición.
- Crecimiento y desarrollo no significan lo mismo: el primero define un aumento cuantitativo mientras que el segundo significa la mejora de las cualidades. Este desarrollo se debe apoyar a través de un enfoque medioambiental, social y también económico.
Ayudar a la sostenibilidad económica en nuestro día a día
Además de estas cinco claves, existen una serie de pequeñas acciones que podemos realizar en nuestro día a día de cara a contribuir un poquito más a la sostenibilidad económica:
- No malgastar energía: realizar un consumo responsable de la misma en nuestro hogar ayuda en la conservación del medioambiente. Y si además es renovable, mucho mejor.
- Uso responsable del agua: al igual que con la electricidad, consumir únicamente la cantidad necesaria evitará la escasez y/o agotamiento de este recurso natural en el futuro.
- Reciclar: depositar cada residuo no orgánico en el lugar que le corresponde, ya sean plásticos, vidrio o papel, permitirá darles una segunda vida, reduciendo el consumo de los recursos naturales.
- Desplazarse de un sitio a otro de forma sostenible: ir al trabajo, a la compra o al médico en bicicleta o a pie es más sostenible que usar un coche de gasolina o diesel. Si no es posible, otra alternativa es el transporte público o, en su lugar, un vehículo eléctrico o híbrido.
- Hacer una compra más sostenible: adquirir productos que sean respetuosos con el planeta y, sobre todo, incluir en la cesta de la compra solo aquello que necesites, allana el camino hacia un mejor reparto de lo recursos.