¿Cómo acceder a un seguro médico sin realizar el cuestionario de salud?

Acceder a un seguro de salud, como a cualquier otro tipo de seguro, requiere del cumplimiento de una serie de condiciones. Responder una serie de preguntas, a través de un cuestionario, es una de ellas. Estas suelen ir dirigidas a conocer el estado de salud de las personas que se quieran incluir en la póliza y, más en concreto, saber de posibles enfermedades y lesiones que haya sufrido en el pasado, medicación que se esté tomando, etc.

Esto le permite, a la entidad aseguradora, evaluar el riesgo que supondría la concesión del seguro y/o si es necesario modificar la póliza antes de ser aprobada o, en su lugar, rechazarla. Lo vemos con un ejemplo: si se sufre una enfermedad cardiaca grave desde hace varios años (considerándose, por tanto, una enfermedad preexistente), es posible que la cobertura se reduzca o, incluso, llegue a denegarse por parte de la entidad aseguradora.

Ahora bien, y para evitar que se desestime la solicitud ¿es posible acceder a un seguro médico sin realizar este cuestionario de salud? En este artículo damos respuesta a esta pregunta. ¡Sigue leyendo!

El cuestionario de salud, para las entidades aseguradoras, es fundamental. Como hemos avanzado, ayuda a que conozcan las enfermedades preexistentes que tenga el potencial asegurado, así como su estado de salud, pudiendo evaluar, tras ello, el riesgo que supone el concederle el seguro y que cuente, por tanto, de “cobertura sanitaria” por su parte. De igual forma, realizar este cuestionario de salud, y en función de lo que se indique en él, podría hacer que la cantidad a abonar (en concepto de prima) sea mayor o menor. 

Por ello, y en respuesta a la pregunta planteada, que se conceda un seguro médico sin realizar el cuestionario de salud previo no es posible en la mayoría de los seguros médicos (aunque existen excepciones, pero se tratan de productos con menores coberturas). Lo que sí pueden verse modificadas son las condiciones, en función de si existen, o no, preexistencias (o enfermedades preexistentes).

Como bien hemos indicado, no se puede acceder a un seguro médico sin realizar un cuestionario de salud, lo que hace más importante aún el conocer su composición. 

Un cuestionario de salud (estándar) suele incluir los siguientes aspectos:

- Datos personales del solicitante (sexo, edad, altura, peso, etc.).

- Enfermedades existentes en el mismo momento en el que se contrata el seguro médico.

- Enfermedades preexistentes (o crónicas) como, por ejemplo, diabetes, etc.

- Operaciones a las que se haya sometido en los años previos.

- Medicación que se esté tomando actualmente (temporal o continua).

- Tratamientos médicos (prescritos recientemente).

La preexistencia es el principal motivo por el que no se concede un seguro médico sin realizar un cuestionario de salud. Esta hace referencia a las enfermedades, patologías o lesiones previas que tiene la persona que se quiere asegurar. Sería, en términos más coloquiales, sus “antecedentes médicos”.

¿Qué puede suceder si no incluyo una enfermedad preexistente en el cuestionario de salud?

Omitir una enfermedad preexistente “a propósito” en el cuestionario de salud, con el objetivo de facilitar el acceso al seguro médico, puede llevar tanto a la exclusión de esa enfermedad de la póliza (no asumiendo, la aseguradora, el coste de cualquier aspecto relacionado con ella) como a la anulación de la misma (alegando que se mintió en la solicitud), lo que dejaría al asegurado sin protección. De considerarse un “olvido” sin mala fe, ambas partes renegociarían las condiciones de nuevo.