¿Qué es la pensión contributiva y qué tipos hay?

Descubre las claves de este tipo de pensión y los requisitos para acceder a ella.

La Seguridad Social garantiza la cobertura de diversas contingencias (como, por ejemplo, la jubilación, la incapacidad o la viudedad) a través del Sistema Contributivo de Pensiones. Aquellas personas que cumplan los requisitos que exige la ley, al respecto, optarán al cobro de las prestaciones de estas pensiones contributivas.

¿De dónde proceden las pensiones contributivas y cómo se asegura su cobro?

La pensión contributiva se va a generar a partir de las cotizaciones a la Seguridad Social que realizan los trabajadores y empresarios. Para asegurar su cobro, sobre todo en situaciones de déficit, se creó el Fondo de Reserva de la Seguridad Social (más conocido, por la gran mayoría, como Hucha de las Pensiones), que conoceremos, al detalle, en este artículo. Además, y junto a esta información, os vamos a explicar lo qué son las pensiones contributivas y los requisitos para acceder a ellas, así como los tipos de pensiones contributivas que hay y, también, lo que van a subir en este año 2023.

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¿Qué son las pensiones contributivas?

Las pensiones contributivas son prestaciones económicas con duración indefinida, generalmente vitalicia, que perciben los trabajadores, por parte de la Seguridad Social, en sustitución de los salarios que ingresaban hasta su jubilación u otra contingencia (incapacidad, viudedad, etc.), siempre y cuando se cumplan unos requisitos, que indicaremos más adelante.

¿Qué tipos de pensión contributiva existen?

Son varias las contingencias que, como hemos avanzado en el apartado anterior, generan los distintos tipos de pensión contributiva. Destacan:

  • Jubilación: su objetivo es cubrir la pérdida de salario cuando un trabajador pone fin a su vida laboral. Hay una gran variedad de modalidades de pensiones de jubilación, si bien las más frecuentes son la jubilación ordinaria, la jubilación anticipada por cese involuntario del trabajador y la jubilación anticipada por voluntad del trabajador.
  • Incapacidad: su objetivo es cubrir la pérdida de salario que sufre una persona cuando sufre una incapacidad, ya sea derivada de una enfermedad o por accidente, tras lo que ve anulada o reducida su capacidad laboral. Existen distintos grados: incapacidad permanente parcial, incapacidad permanente total, incapacidad permanente absoluta o gran invalidez.
  • Viudedad: su objetivo es cubrir la pérdida que supone, a nivel económico, el fallecimiento de su cónyuge (o, en algunos casos, su pareja de hecho).
  • Orfandad: su objetivo es evitar la posible desprotección de una persona, económicamente hablando, tras el fallecimiento de uno o los dos progenitores. Se encuentra en las catalogadas como “de muerte y supervivencia”.

Requisitos para acceder a la pensión contributiva

El primero de los requisitos a cumplir para el cobro de la pensión contributiva es la afiliación a la Seguridad Social. Es necesario, si se quiere acceder a ella, haber cotizado un número mínimo de años. En el caso de la pensión de jubilación, por ejemplo, el periodo mínimo que se exige es de 15 años (2 de los cuales han de cotizarse en los 15 años anteriores (y más próximos) a la jubilación. Lo mismo ocurre en el resto de prestaciones contributivas (como la pensión de incapacidad, la de viudedad o la de orfandad), que tienen sus propias limitaciones (en este sentido).

La edad es otro de los requisitos a cumplir si se quiere acceder a las prestaciones contributivas, y en concreto, a la pensión de jubilación. Por norma, se han de tener cumplidos los 65 años si se quiere acceder a ella (habiendo excepciones, como en toda regla, como es el caso de la jubilación anticipada). Sin embargo, y hay que saberlo, este condicionante no se aplica en otras pensiones contributivas (o se aplica de forma diferente), contando, estas, con los suyos propios.

Por ejemplo, la pensión de incapacidad, además de necesitar que se esté dado de alta en la Seguridad Social (durante un periodo de tiempo mínimo) y de tener en cuenta la edad (únicamente para realizar el cálculo del importe a percibir), depende de otros factores como son la causa de la invalidez (no siendo lo mismo una enfermedad o accidente profesional que no profesional) o el tipo de invalidez que se sufra (parcial, total, etc.). De igual manera, para cobrar la pensión de orfandad o de viudedad hay que cumplir unos requisitos, propios de cada una de ellas.

¿Cómo se calculan las pensiones contributivas?

El importe de la pensión contributiva que se va a cobrar no solo depende del tiempo que se cotiza a la Seguridad Social, también a la cantidad que se haya “aportado” (tanto si se es trabajador por cuenta propia o ajena) a este organismo (durante la vida laboral). Para realizar el cálculo de estas cotizaciones, a su vez, se tiene en cuenta la base reguladora (establecida por ley), sobre la que se aplica un porcentaje de cotización con el que se determina la “cuantía” (mensual) que aporta el trabajador.

Una vez se llega al momento de cobro de la prestación contributiva, se aplica un porcentaje a la base reguladora, variable en función de los años cotizados, que es diferente en cada tipo de prestación contributiva (jubilación, viudedad, etc.), con el que se obtiene el importe que se percibe. 

¿Cuánto suben las pensiones contributivas en 2023?

La subida de las pensiones contributivas, a partir del 1 de enero de 2023, será del 8,5%. Esto significa que, tanto la cantidad mínima como máxima de cada una de ellas (jubilación, incapacidad, viudedad, orfandad, etc.) crecerá en base a este porcentaje.

¿Qué se conoce como ‘la hucha de pensiones’?

Al Fondo de Reserva de la Seguridad Social se le conoce, coloquialmente, como ‘la hucha de las pensiones’. Es un fondo soberano de inversión que se financia con los excedentes del sistema de la Seguridad Social y, en su caso, de asignaciones presupuestarias por parte del Gobierno. Esto quiere decir que en los momentos en que los ingresos de la Seguridad Social superan a los gastos, este ahorro se destina para crear un fondo que garantice las pensiones contributivas en entornos de déficit. De esta forma, se ahorra en ciclos económicos buenos para poder amortiguar el posible impacto de ciclos económicos bajos, como puede ser una crisis, y así poder garantizar el pago de las pensiones contributivas.

¿De que se compone ‘la hucha de las pensiones’?

El Fondo de Reserva de la Seguridad Social está compuesto, principalmente, por activos de Deuda Pública española. Los rendimientos de estos activos también contribuyen a incrementar el saldo de esta hucha de las pensiones. La idea es que no solo se deposite el dinero en el Fondo, sino que se invierta para maximizar la rentabilidad y, por tanto, lograr un saldo adicional para el mismo.

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