Es bien sabido que los coches eléctricos, a pesar de incorporar una tecnología más compleja que los ‘tradicionales’, cuentan con un funcionamiento más simple (al contar con menos piezas). Esto hace que su mantenimiento sea más sencillo, lo que no significa que estén exentos de él. Al igual que cualquier modelo diésel o gasolina, el coche eléctrico debe ser revisado por un profesional cada cierto tiempo para garantizar que se encuentra en perfecto estado.
En este artículo, y en detalle, te explicamos en qué consiste el mantenimiento de un coche eléctrico, los factores a tener en cuenta y, además, te mostramos los cuidados especiales que requiere la batería que incluyen este tipo de vehículos. ¡No dejes de leer!
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¿Que se debe tener en cuenta, de inicio, para el mantenimiento de un coche eléctrico?
A la hora de hacer el mantenimiento a un coche eléctrico, hay que tener en cuenta que este tipo de coches se compone de un menor número de piezas (en comparación con los que se “mueven” con gasolina y/o diésel), empezando por las que conforman el que, hoy por hoy, se considera el pulmón de este tipo de vehículos: el motor.
Pero no solo eso: el mantenimiento de un coche eléctrico es más sencillo, además, porque este no cuenta en su interior con “elementos” que sí incluyen sus homólogos de “combustible fósil”, como por ejemplo, la caja de cambios, el embrague, el pedal o el ‘cárter’. Esta ausencia de componentes es lo que hace más sencillo el mantenimiento de un coche eléctrico y, en muchos casos, también por esto lo hace menos costoso.
¿Cómo se realiza el mantenimiento de un coche eléctrico?
El mantenimiento de un coche eléctrico es similar al mantenimiento de un coche de gasolina o diésel en lo que se refiere a los elementos que son comunes a ambos, como son:
- Neumáticos: por seguridad es importante revisarlos, además de ser una ayuda para reducir el consumo de combustible. Lo normal es cambiarlos, en base a lo que indican los expertos, cada 30.000 - 40.000 km (o pasados 2 años desde el anterior cambio).
- Frenos: el hecho de que se desgasten más lentamente que los de un coche de gasolina o diésel (por el “buen hacer” del motor eléctrico y de la frenada regenerativa) no quita que se terminen gastando del todo. Por ello, siempre es bueno, al realizar el mantenimiento de un coche eléctrico, que se revisen tanto las pastillas como el líquido de freno, para ver si están bien o se han deteriorado y se requiere su cambio.
- Líquidos: no hay que olvidarse, al realizar el mantenimiento de un coche eléctrico, de ver si el estado de sus respectivos líquidos (el de frenos, previamente mencionado, el refrigerante y el del limpiaparabrisas) es correcto o hay que cambiarlos y/o rellenarlos.
- Filtro de habitáculo: otro de los elementos del coche eléctrico que no se pueden obviar al hacerle el mantenimiento es el filtro de habitáculo, encargado de que no se cuele el polvo (y el polen) en el coche, lo que hace que el aire que se respire en él, durante la conducción, esté limpio.Lo normal es cambiarlo cada 30.000 km (o pasados 2 años desde el anterior cambio).
- Amortiguadores: hay que vigilar su estado, de cara a detectar si, con el paso del tiempo, se deterioran y necesitan ser cambiados.
Otros elementos, a diferencia de los anteriores, sí que son propios de los coches eléctricos, lo que hace que su mantenimiento sea “diferente”.
Hablamos, por ejemplo, de los aislamientos eléctricos, los cuales son importantes al encargarse de proteger las piezas en tensión, o con energía, que no deben estar en contacto con las personas, como el motor o las baterías. Para su revisión es necesario contar con una maquinaria específica (herramientas de diagnosis, por ejemplo) y equipos de protección individual. No es un trabajo muy complicado y de un coste muy alto, el cual varía en función de la marca y las características del coche.
Pero si hay un elemento que requiere de un mantenimiento especial, en los coches eléctricos, es su batería.
¿Cómo se debe realizar el mantenimiento de la batería de un coche eléctrico?
Es vital, para el buen funcionamiento del coche eléctrico, que la batería se encuentre en buen estado. De ahí la importancia de realizar, cada cierto tiempo, el mantenimiento de la misma, además de seguir, para darle un cuidado “extra”, las siguientes indicaciones:
- Cargarla, únicamente, cuando sea necesario.
- No dejar que se descargue al 0% (ni que cargue al 100%).
- Evitar, en la medida de lo posible, la carga rápida.
- Tener cuidado con el uso de los cables (tratar de que, al utilizarlos, estén estirados y sin conectar a un alargador).
- Cortar la carga en el momento que se indique que el coche eléctrico está “lleno”.
- Evitar las climatologías extremas (sea frío o calor).
- Conducir de forma responsable.
Con todo, cada fabricante tiene un manual de usuario donde se específica el mantenimiento concreto de cada coche eléctrico. Por ello, es importante que se sigan los pasos que están programados para que el vehículo no sufra de ninguna avería.
¿Cuánto se ahorra en el mantenimiento de un coche eléctrico (en comparación con uno de gasolina o diésel)?
El ahorro en el mantenimiento de un coche eléctrico depende, en gran parte, del propio dueño del vehículo (y de los “cuidados” que le dé).
Si, por un lado, se aplica lo indicado en el apartado anterior (respecto de la batería), es muy probable que se alargue la vida de la batería. Si a esto le unimos, por otro lado, el hecho de que el coche, en su interior, no tiene el mismo número de piezas ni necesita de algunos cuidados que sí requiere un coche diésel o de gasolina (cambio de aceite, por ejemplo), se obtiene un nuevo ahorro que no sería tal si el vehículo se moviese con combustible fósil.
En resumen: existe ese ahorro en el mantenimiento de un coche eléctrico, en comparación con el diésel o el de gasolina, aunque no se puede dar un importe exacto al depender, como se ha indicado, del uso y no del vehículo en sí.