Planes de ahorro a largo plazo: SIALP y CIALP
Estos planes de ahorro nacen con el objetivo de fomentar el ahorro de los particulares de cara a su jubilación, y se pueden contratar en su formato de seguro (SIALP) o de cuenta bancaria (CIALP). A estos planes también se les conoce como Planes Ahorro 5.; Una de sus particularidades es que si se mantiene la inversión un mínimo de 5 años, los rendimientos están exentos de tributar en IRPF.
Dentro de los planes de ahorro, se pueden distinguir dos modalidades:
- Seguro Individual de Ahorro a Largo Plazo (SIALP): esta modalidad se basa en la contratación de un seguro de supervivencia y fallecimiento que se toma como instrumento de ahorro a largo plazo y del que el contratante es, además de asegurado, beneficiario. Los SIALP ofrecen un tipo de interés determinado que se establece en el momento de la contratación del plan. De esta forma, el beneficiario puede conocer de antemano el rendimiento que puede obtener a la hora de retirar su aportación.
- Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo (CIALP): en este caso, el particular firma con una entidad bancaria la contratación de un depósito asociado a una cuenta, donde se ingresan los rendimientos generados a raíz de la inversión de las aportaciones del contratante.
La ley establece que los particulares solamente pueden tener contratado uno de estos dos productos de manera simultánea. El rescate del dinero se puede realizar en cualquier momento, aunque, en caso de que la retirada se efectúe antes de que transcurran 5 años, supone la pérdida de las ventajas fiscales previamente mencionadas. Ambas modalidades se consideran de bajo riesgo, puesto que garantizan la devolución de, al menos, el 85% de la inversión inicial.
Planes de pensiones
Los planes de pensiones son productos de ahorro a la largo plazo especialmente orientados a la jubilación. Durante su vida laboral, el beneficiario del plan va realizando aportaciones periódicas o puntuales (hasta un máximo de 1.500 euros anuales) que son invertidas en función de la política de inversión del plan. Existen planes adaptados a todos los perfiles de riesgo. Quienes se encuentren temporalmente alejados de su jubilación, podrán incurrir en determinados riesgos en busca de la máxima rentabilidad. Con la jubilación cercana, es recomendable posicionarse en planes de perfil conservador.
En términos generales, los planes de pensiones se caracterizan por ofrecer una liquidez reducida muy baja, puesto que solo permiten la retirada del capital aportado y los beneficios una vez que se produce la jubilación del titular o bien acaecen determinadas contingencias o situaciones, como desempleo de larga duración, incapacidad laboral o enfermedad grave. Además, desde 1 de enero de 2025 será posible rescatar aquellas participaciones con al menos 10 años de antigüedad. Con esta nueva medida, se ha ampliado notablemente la liquidez de los planes, con el objetivo de fomentar este ahorro previsional.
La principal ventaja que presentan los planes de pensiones radica en sus beneficios fiscales: los titulares tienen la posibilidad de deducir las cantidades aportadas de la base imponible del IRPF, reduciendo así el importe de los impuestos a pagar y generando un interesante ahorro adicional que, idealmente, se reinvertiría en el propio plan.
PPA y PIAS
Los Planes de Previsión Asegurados (PPA) y los Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS) son dos tipos de instrumentos de ahorro que se caracterizan por estar vinculados a la contratación de un seguro. De igual modo que el resto de los productos, los PPA y los PIAS ofrecen a sus titulares una rentabilidad que deriva de la inversión de las aportaciones realizadas.
El PPA es un producto similar al plan de pensiones, con la salvedad de que está instrumentalizado en un seguro de vida en lugar de en un fondo de pensiones. Así, los PPA están diseñados para ser rescatados en el momento de la jubilación, a no ser que se produzca alguna de las contingencias descritas Los PIAS, por su parte, ofrecen la posibilidad de rescatar el dinero en cualquier momento, aunque la retirada anticipada puede incurrir en la pérdida de ventajas fiscales. Están exentos de tributar si se mantienen un mínimo de 5 años y se perciben en forma de rentas vitalicias.
En cuanto a la rentabilidad, los PPA ofrecen un rendimiento garantizado en función de un interés fijo que se establece en el momento de la contratación del seguro, por lo que son recomendables para aquellos inversores de perfil más conservador. Los PIAS, por su parte, pueden ofrecer una rentabilidad fija durante toda su vida o bien ofrecer una rentabilidad variable ligada a la evolución de los mercados financieros.