¿Cuáles son los gastos fijos y variables de una casa?

Te explicamos en qué consisten los gastos fijos y variables, con ejemplos, y analizamos sus diferencias.

Enseñar a los menores a distinguir entre gastos fijos y variables es uno de los primeros pasos hacia una buena educación financiera, ya que el hecho de que comprendan la forma de organizar el presupuesto de un hogar va a ayudarles a valorar el dinero, a desarrollar hábitos responsables y a estar mejor preparados cuando se independicen.

En este artículo, en detalle, te explicamos en qué consisten los gastos fijos y variables, en qué se diferencian y por qué es importante hablar de ellos desde pequeños. Además, compartimos consejos para optimizar este tipo de gastos en casa.

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¿Qué son los gastos fijos?

Los gastos fijos son los que se repiten con una periodicidad establecida (mensual, trimestral, anual…), con un importe que suele ser conocido de antemano

En definitiva, son compromisos económicos que no suelen variar y que forman parte del presupuesto habitual del hogar.

Gastos fijos: ejemplos más habituales (en una casa)

Estos son ejemplos de gastos fijos más comunes:

  • Alquiler (de la vivienda en la que se reside).
  • Hipoteca (de la vivienda que se ha comprado).
  • Seguro/s (hogar, vida, coche, etc.).
  • Préstamo.
  • Cuota de la comunidad de vecinos (si se vive en una).
  • Cuota del colegio o de las actividades extraescolares.
  • Impuestos y tasas (IBI, tasa de basura, etc.).
  • Plataformas de contenidos y/o de música en streaming.
  • Cuota del gimnasio.

En resumen: estas son las 3 características que definen a los gastos fijos: son periódicos, son obligatorios y son una parte importante del presupuesto familiar.

¿Qué son los gastos variables?

Los gastos variables son los que, sin tener establecida una periodicidad y una cantidad concreta a pagar, resultan importantes en el día a día de una persona (motivo por el que se abonan).

No ser “fijos” hace que, a diferencia de los anteriores, puedan sufrir cambios en los importes y los plazos en los que se generan, es decir, siempre que se den cambios en los hábitos de consumo.

Gastos variables: ejemplos más habituales (en una casa)

Estos son los ejemplos de gastos variables más comunes, los cuales se dividen en:

  • Gastos variables necesarios: son los requeridos en la vida diaria de una persona, destacando:
    • Internet
    • Teléfono móvil (suele estar vinculado al pago de Internet).
    • Suministros (luz, agua, gas, etc.).
    • Transporte (desde el coche al autobús o el metro).
    • Alimentación.
  • Gastos variables prescindibles: son los que, a pesar de aportar al día a día de una persona, son prescindibles (es decir, pueden reducirse o eliminarse sin que esto afecte, de forma notoria, a su vida).

¿Cuáles son las diferencias entre los gastos fijos y variables?

Una vez se sabe lo qué es un gasto fijo y uno variable, es más sencillo que se conozcan sus principales diferencias:

  • Lo primero, el gasto fijo es, como su nombre indica, inamovible (siempre se paga en el mismo momento), al contrario que el gasto variable (no suele abonarse en una fecha concreta).

Ejemplo: se establece un día para el pago de la cuota del alquiler, lo que la convierte en un gasto fijo, algo que no ocurre, por ejemplo, con el gasto de llenar el combustible).

  • Lo segundo, el importe del gasto fijo es cerrado (no cambia), mientras que lo pagado por un gasto variable si depende de lo que se consuma.

Ejemplo: en un año, la cuota de la comunidad de vecinos es siempre la misma, al contrario que los gastos de la compra de alimentos, cuyo importe no suele coincidir de una vez a otra.

¿Hay otros gastos, además de los fijos y los variables, a tener en cuenta?

Los gastos fijos y variables son los más habituales, y los que consumen la mayor parte del presupuesto, pero no son los únicos.

Existe otro tipo de gasto, diferente a los 2 anteriores, conocido como gasto ocasional. Este, de ahí su nombre, se realiza de forma puntual y suele necesitar de organización… y de un ahorro previo

Gastos ocasionales: ejemplos más habituales (en una casa)

Estos son algunos ejemplos de gastos ocasionales: 

  • Vacaciones.
  • Escapadas de fin de semana.
  • Compra de entradas de un concierto.
  • Compra de un coche o bici.
  • Compra de material escolar.
  • Reforma en casa.
  • Cambio de un electrodoméstico.
  • Celebraciones especiales (bodas, comuniones, etc.).

 

¿Se pueden optimizar los gastos fijos y variables de una casa?

La respuesta es: sí es posible, aunque es cierto que lo más probable es que se mejoren los gastos variables (y no tanto los gastos fijos).

Para ello, hay varios métodos de ahorro (kakebo, regla 50/30/20, reto de las 52 semanas, etc.), entre otras opciones, pudiéndose ingresar ese ahorro en una cuenta bancaria (como la Cuenta Online para Menores de BBVA o, también, la Cuenta Ahorro Metas para Menores de BBVA).

¿Por qué es importante la educación financiera en menores?

El hecho de que los menores conozcan este y otros tipos de gastos (como los hormiga, fantasma o vampiro) desde una edad temprana es importante. Y es que, la educación financiera les ayuda a conseguir las herramientas necesarias para gestionar eficazmente su economía en el futuro, fomentando hábitos de ahorro y un consumo responsable.

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