La Reserva Federal reinicia los recortes
La Fed vuelve a recortar: el inicio de una nueva fase del ciclo monetario global
Tras meses de expectación, la Reserva Federal ha decidido reanudar los recortes de tipos de interés. La medida marca el comienzo de una nueva etapa en la política monetaria global y abre múltiples interrogantes: ¿por qué ahora?, ¿qué busca la institución?, ¿y qué implicaciones tiene para los mercados y la economía?
- Un cambio de prioridades: del control de la inflación al empleo
 
Durante los dos últimos años, la Fed se centró en frenar la inflación, llevando los tipos a sus niveles más altos en décadas. Sin embargo, con los precios estabilizados en torno al 3% y un mercado laboral que empieza a mostrar señales de debilidad, el riesgo dominante ha pasado de la inflación al enfriamiento del empleo y del consumo.
Jerome Powell opta por actuar antes de que la economía entre en fase contractiva. El mensaje es claro: prefiere recortar pronto para suavizar la desaceleración que reaccionar tarde y provocar una recesión innecesaria.
- Por qué este recorte importa tanto a los mercados
 
Los tipos de interés son el precio del dinero. Determinan el coste de invertir, refinanciarse y consumir. Un recorte, por tanto, alivia las condiciones financieras y tiende a impulsar la actividad económica.
No obstante, el mercado no celebra tanto el recorte en sí como su significado. Si los recortes son preventivos, anticipando una moderación del ciclo, suelen impulsar los activos de riesgo. Si son defensivos, en respuesta a una economía que se debilita, el efecto puede ser efímero o incluso negativo. Por eso, el contexto es lo que determina la reacción del mercado.
- Recesión o aterrizaje suave: el factor decisivo
 
La historia reciente muestra que solo los recortes no asociados a recesión generan subidas sostenidas en los mercados.
Si la economía logra un aterrizaje suave, los activos de riesgo tienden a beneficiarse. Pero si los recortes llegan porque la economía se hunde, el capital migra hacia bonos del Tesoro, oro y liquidez.
- Independencia de la Fed: el ruido político
 
El nuevo ciclo de recortes coincide con un momento políticamente sensible en EE. UU. Donald Trump ha criticado abiertamente a Powell y a la Fed, lo que alimenta sospechas de injerencia.
Sin embargo, Powell está actuando en función de los datos, no de las presiones políticas. La coincidencia temporal con el ciclo electoral puede ser incómoda, pero los fundamentos —inflación controlada y empleo en desaceleración— justifican el giro.
Aun así, la percepción de independencia institucional es un activo clave. Si el mercado interpreta los recortes como un movimiento alineado con la Casa Blanca, la credibilidad de la Fed podría verse afectada.
La propia reunión de octubre demostró que Powell conserva margen y criterio independiente: se negó a garantizar nuevos recortes en diciembre y subrayó la disidencia interna de miembros como Stephen Miran (que pedía un recorte mayor) y Jeff Schmid (que votó por mantener los tipos).
- Perspectivas para 2026: un ciclo controlado, con riesgo político al fondo
 
De cara a los próximos 18 meses, el escenario más probable es el de un ciclo de recortes gradual y limitado, con dos o tres movimientos adicionales hasta mediados de 2026 y un tipo terminal en torno al 3 %. Si la inflación se mantiene contenida, la Fed buscará estabilidad monetaria. Pero si la economía entra en recesión, el ajuste deberá ser más profundo.
El mayor riesgo a medio plazo vuelve a ser institucional: la independencia de la Fed tras la salida de Powell en mayo de 2026.
Si la futura presidencia del banco central queda en manos de un perfil políticamente alineado —especialmente si prioriza un dólar débil y tipos bajos para estimular crecimiento y exportaciones—, el mandato dual (empleo e inflación) podría verse sustituido por un mandato político.
Una Fed percibida como dependiente erosionaría la confianza global en el dólar, elevaría las expectativas de inflación y podría reactivar la demanda de activos refugio como oro, franco suizo, yen o criptomonedas.
Conclusión
La Fed ha vuelto a recortar, pero el verdadero termómetro será la economía real.
Si los datos confirman un aterrizaje suave, el ciclo puede extenderse sin sobresaltos.
Si no, 2026 podría estar marcado por algo más que la política monetaria: el riesgo de una Fed menos independiente y de un dólar menos soberano.