
Julio alcista en los mercados: acuerdos comerciales y resultados tecnológicos impulsan la confianza inversora
04/08/2025
Durante el mes de julio, los mercados bursátiles globales mantuvieron su tendencia alcista. El índice MSCI mundial encadenó su cuarto mes consecutivo de ganancias, apoyado en varios factores clave. La firma de acuerdos comerciales relevantes, especialmente entre Estados Unidos y la Unión Europea, redujo significativamente la incertidumbre arancelaria, aportando mayor visibilidad regulatoria y relajando tensiones geopolíticas. Al mismo tiempo, los datos macroeconómicos reflejaron economías estables, sin señales inmediatas de recesión, lo que consolidó la expectativa de un aterrizaje suave en Estados Unidos y reavivó las probabilidades de recortes de tipos por parte de la Reserva Federal tras el verano.
La temporada de resultados empresariales también contribuyó al buen tono del mercado, con especial protagonismo del sector tecnológico, que validó su liderazgo en el nuevo ciclo inversor vinculado a la inteligencia artificial. Este entorno alentó tanto a inversores institucionales como minoristas a incrementar sus posiciones, impulsados por el apetito por el riesgo y el temor a quedarse fuera del rally. Como resultado, varios índices alcanzaron nuevos máximos. Destacó especialmente el Nasdaq, con una subida del 3,7 %, mientras que los índices europeos tuvieron un comportamiento más moderado, lastrados por la tecnología y el sector inmobiliario. Las bolsas periféricas, sin embargo, cerraron con avances sólidos, impulsadas por el sector financiero.
En renta fija, repuntaron las rentabilidades de los bonos soberanos, provocando caídas en los precios de la deuda pública, mientras que el crédito corporativo mostró mayor solidez. En materias primas, subió el petróleo Brent, y en divisas, el dólar ganó terreno frente al euro, tras percibirse desequilibrios en el acuerdo transatlántico.
En este contexto, mantenemos una posición equilibrada y neutral en renta variable. El acuerdo comercial ha eliminado una fuente clave de tensión, pero también plantea riesgos de crecimiento desigual entre regiones. A esto se suma un entorno macroeconómico mixto y una menor liquidez estacional, que podrían dar paso a una fase de consolidación y digestión bursátil, tras los últimos repuntes hacia zonas de máximos. Por ello, consideramos esencial mantener la flexibilidad, disciplina y una gestión activa del riesgo, ante un escenario todavía incierto, sensible a los datos y sin catalizadores claros en el corto plazo.