Preguntas y respuestas: ¿Aterrizaje suave, forzoso o seguimos volando?
Álvaro Manteca, responsable de estrategia de inversión de Banca Privada de BBVA.

18/07/2023

En 2021, la economía americana registró su mayor crecimiento desde 1984, a medida que se abandonaban los confinamientos relacionados con la pandemia de COVID-19. En 2022, no obstante, el crecimiento se desaceleró notablemente, ya que la Reserva Federal comenzó a endurecer su política monetaria. Su objetivo: enfriar las fuertes presiones inflacionistas sin hundir la economía.
El año pasado, la actividad inmobiliaria se desplomó y las manufacturas entraron en recesión. No obstante, el mercado laboral se mantuvo fuerte y la actividad económica aguantó en niveles razonables. En 2023, la tendencia parece ser la misma, pero la pregunta clave es qué pasará a continuación, ¿tendremos un aterrizaje económico suave, uno forzoso o algo intermedio? ¿Y si no hay aterrizaje?

  • ¿Qué es un aterrizaje suave? Es cuando el banco central enfría lo suficiente la economía como para frenar la demanda y la inflación, pero sin desencadenar una crisis económica y sin provocar un desplome en el mercado laboral. Es el objetivo de la Reserva Federal, aunque para conseguirlo no solo se necesita pericia, sino también mucha suerte.   
  • ¿Qué es un aterrizaje forzoso? En una palabra: una recesión económica. Esto es lo que muchos economistas han pronosticado que ocurrirá, a medida que los efectos de la campaña de ajuste monetario más agresiva desde 1980 se van filtrando en la economía. Si la inflación no afloja o si la Fed comete un error de política, el mercado de trabajo podría colapsar, lo que terminaría hundiendo la economía. Ni Powell ni, sobre todo, Biden, querrían este escenario.   
  • ¿Hay término medio? Sí. La llamada “recesión de crecimiento” implica un periodo de tiempo prolongado de crecimiento económico por debajo del potencial de largo plazo y de tasas de desempleo al alza, pero sin que se produzca una contracción total de la economía.   
  • ¿Y el “no aterrizaje”? Hasta la irrupción de la pandemia en 2020, la economía australiana llevaba 30 años sin registrar una recesión económica. Las recesiones tienen un componente cíclico, pero no son en absoluto inevitables. El escenario de “no aterrizaje”, término que comenzó a circular a principios de 2023, implica una reaceleración económica, que no frena la tendencia de desinflación. En este entorno, la economía no terminaría de llegar a un punto muerto.   
  • ¿Podría la Fed incrementar el objetivo de largo plazo para la inflación desde el 2 % actual? Algunos analistas critican la definición arbitraria del objetivo de inflación en el 2 % ¿por qué no ampliarlo hasta el 2,5 % o el 3 %?, sostienen. La Fed insiste en que no han contemplado esta posibilidad y que el objetivo del 2 % es irrenunciable. No obstante, también han dejado claro que están dispuestos a tolerar una inflación por encima del objetivo durante algún tiempo, sobre todo si apunta a la baja. En definitiva, la Fed no pretende hundir la economía solo para que la inflación retorne rápidamente a su objetivo.   
  • ¿Ha conseguido la Fed alguna vez el aterrizaje suave de la economía? Sí. En 1994-1995, bajo la presidencia de Greenspan, la Fed duplicó sus tipos de interés y los llevó al 6 %, consiguiendo desacelerar el crecimiento económico sin terminar con el ciclo. El endurecimiento monetario, sin embargo, provocó pérdidas cuantiosas a los inversores de renta fija (aunque no tan intensas como las sufridas en 2022) y la quiebra financiera del condado de Orange, en California. 
  • ¿Han fracasado todos los demás intentos? No del todo. La Fed ha logrado unos aterrizajes “bastante suaves” en el último medio siglo. En 2001, se produjo una recesión muy leve, de apenas 8 meses de duración.