¿Cómo adaptar la estrategia empresarial a la incertidumbre?

Descubre qué aspectos debes valorar antes de comenzar tu nueva andadura empresarial.
¿Hemos de replantear nuestra estrategia empresarial tras una situación como la vivida con el COVID-19? No es la primera crisis que afrontamos, y las hemos superado todas hasta la fecha, ya que desarrollamos una gran capacidad para afrontarlas y salir adelante. Así, las empresas que sean capaces de reinventarse, aquellas que puedan superar estas posiciones más complicadas, van a salir muy reforzadas. Para ello, es necesario vigilar dos aspectos: la salud financiera y el flujo de caja, dos aspectos que van muy ligados y que marcan el que una empresa sobreviva o no.
La caja es fundamental. Pero lo primero que debemos hacer, antes siquiera de contemplar un cambio de estrategia empresarial, es un análisis de la situación. Hablar con nuestros clientes y con nuestros proveedores y ponernos en una situación realista. Hemos de pensar en la manera en la que afecta la situación a las hipótesis en las que hemos pensado que puede desarrollarse nuestro mercado, siendo conscientes de que, quizás, debamos realizar un cambio de estrategia.

Comprobar la liquidez, clave para decidir el cambio de estrategia empresarial

Es importante dar un paso adelante con la tesorería y, para ello, realizaremos unas previsiones a seis meses vista, después de este periodo, las cuales nos permitirán ver la situación en la que nos encontramos. Y es que, la liquidez es algo crítico, más viendo que vamos a afrontar un periodo complicado, con problemas de ingresos, problemas de pagos con nuestros clientes, proveedores que nos van a requerir que abonemos sus facturas, etc. Será un periodo en el que necesitaremos mucha tranquilidad, ya que tendremos que tomar ciertas decisiones, analizar determinados aspectos y, en algunos casos, renegociar contratos y situaciones. En definitiva, ver si debemos realizar un cambio de estrategia empresarial.

Clientes y proveedores: primeros pasos en nuestro cambio de estrategia empresarial

En un contexto como el actual, en el que los clientes piden descuentos y los proveedores solicitan los pagos con la máxima celeridad, como empresa hemos de sentarnos con todos ellos. Primero con los proveedores, para ver la liquidez que tienen y, de ser buena, si pueden ayudarnos con la nuestra, por ejemplo, retrasando alguno de nuestros pagos. También es fundamental estar seguros de que no tendremos una rotura de stock. 

En segundo lugar, hablaremos con nuestros clientes. Hemos de ver con cada uno de ellos un plan a realizar de forma conjunta, analizando sus riesgos y ver si tienen la liquidez adecuada o no, si podemos reducir nuestros márgenes, y tras contemplar que los riesgos son importantes, alargar los plazos. De igual modo, estaremos atentos a las oportunidades de mercado que puedan surgir. Esos clientes que no hemos podido obtener y que, debido a la peor situación de la competencia, tenemos la opción de que se decanten por nuestros productos o servicios. 

¿Qué proyectos deben afrontar en estos momentos?

Otra pregunta que se hacen muchos empresarios. Para elegir bien es importante contar una buena sistemática, la cual nos permita estudiar los proyectos a los que decir que sí, y establecer unas políticas concretas para la toma de decisiones. Saber los límites que tenemos, los plazos a los que podemos llegar… Seguir dichas políticas ayuda mucho a tomar decisiones correctas.

Hay también una forma sencilla de obtener un feedback adicional respecto a los proyectos que podemos afrontar: preguntar a nuestro banco. Y es que, al iniciar una nueva andadura, es posible que necesitemos financiación y el ‘feedback’ de nuestra entidad respecto a esta posible financiación, nos dará muchas pistas.

Pasos a dar para afrontar nuestras nueva estrategia empresarial

Vivimos momentos de enorme incertidumbre en los que se nos plantean ciertas dudas relativas a lo que podemos hacer para mantener un nivel de actividad normal en nuestro negocio, a la vez que reducimos la mencionada incertidumbre y adaptamos la empresa a lo que pueda venir en el futuro. Para conseguirlo se nos recomienda seguir 5 pautas:

  • Repasar nuestra cartera de clientes y seleccionarlos de forma minuciosa.
  • Elegir bien en qué invertimos y en dónde no y, una vez lo tenemos claro, aplicar una financiación equilibrada.
  • Diversificar, con especial atención a la presencia online.
  • Convertir en fijos todos nuestros gastos financieros.
  • Obtener un colchón de liquidez a largo plazo.