Carlos Torres Vila

Presidente de BBVA

“La educación es clave en el desarrollo de las personas, de la sociedad, y he tenido la suerte de vivirlo desde muy cerca, desde muy pronto”

Puedes ver el vídeo completo aquí.

Se abre el turno de preguntas: “Hola Carlos. Mi nombre es Chusa y soy maestra. Me gustaría preguntarte, ¿qué importancia tiene para ti la educación”. Carlos Torres Vila, Presidente de BBVA, responde: “la educación es el motor de crecimiento de la sociedad, el motor de las oportunidades. Es, en ese sentido, una fuerza, quizás la más importante, para la igualdad, para corregir esas desigualdades que existen en nuestra sociedad”. También habla sobre su estrecho vínculo con ella: “yo tengo la suerte de haber nacido conociendo la importancia de la educación, viviéndola muy de cerca, en mi propia familia, ya que es una familia de maestros, por los cuatro costados. Mis abuelos maternos y paternos, mi madre fue maestra muchos años en Oleiros,...”.

A todo esto añade: “hace 10-15 días leí una reseña de Isabel Burdiel, catedrática de Historia, rememorando una conferencia de Emilia Pardo Bazán, gallega, universal y adelantada a su tiempo, impartida en París a finales del S.XIX, en relación a los problemas de la España de entonces”. En ella, como comenta Carlos Torres Vila, se comentó que “la solución está, en primer lugar, en instruirse, y en segundo lugar, en instruirse, y en tercer lugar, en instruirse”. También decía que “la instrucción es una fuerza revolucionaria” algo que él “cree así, porque genera oportunidades y, por tanto, genera igualdad”. 

Esto hace, en su opinión, que sea una pena que “en España tengamos una tasa de abandono temprano del sistema educativo formal de las más altas de Europa” ya que “eso es fuente de desigualdad”. Estamos, por tanto, “ante un reto que tenemos que abordar en España como sociedad si queremos luchar contra esta desigualdad, si queremos crear trabajos dignos, crecimiento económico,...”. Porque, al final, “la educación es la puerta de las oportunidades”. 

De hecho, “esto mismo se lo escuché hace poco a un humorista sudafricano que se llama Trevor Noah, algunos seguro que le conocéis porque es famoso ahora en Estados Unidos. Trevor escribió un libro, sobre todo sobre su madre, que se titula ‘Born a Crime’”. Porque, como nos cuenta Carlos Torres “él nació en la Sudáfrica del Apartheid, hijo de una madre negra y de un padre blanco y eso era ilegal en ese momento, por lo que nació siendo ya un crimen”. En ese libro, Trevor Noah “habla de su madre con devoción, habla de su madre como alguien que, en la Sudafrica del Apartheid, no cogió el camino normal que tomaría una persona de color en aquel entorno, cuyo destino era trabajar en una fábrica o hacerlo en servicio”. 

Explicaba Trevor que “su madre no cocinaba bien, no quería trabajar en una fábrica y, por ello, se puso a estudiar clases de mecanografía”. A esto la gente respondía “¿Pero qué haces? Nunca vas a poder aplicarlo”. Pero “la vida demuestra que eso no es así. Ella se preparó para las oportunidades que se cruzaran en su camino, las cuales se produjeron cuando en los años 80 empezaron a cambiar las cosas en Sudáfrica y comenzaron a darse oportunidades de trabajo a persona de color también, y ella estaba bien posicionada para aprovecharlas”. Esto quiere decir que, si bien la educación “desde el punto de vista personal requiere esfuerzo, dedicación, es la puerta de las oportunidades, es prepararse para todas aquellas que están por venir”.

 

“La educación es el motor de crecimiento de la sociedad, el motor de las oportunidades”

Por ello, y desde el punto de vista de la sociedad, en su conjunto: “¿Qué mejor inversión hay que invertir en las personas, en el talento, en lo que pomposamente dicen los economistas que es el capital humano?”. Es, en sus palabras, “el mejor motor para el crecimiento de la sociedad, también en lo colectivo”. La educación, inicialmente, “requiere esfuerzo. Hay que dar, hay que meter”. Luego, como explica Carlos Torres “te lo devuelven multiplicado. Y además, con independencia de las capacidades que uno tenga”. Porque las personas contamos con ”capacidades distintas, y eso es una riqueza que tenemos en el mundo”. Sin embargo, esas “capacidades innatas sirven para poco si no se cultivan, si no se trabajan”. 

“A veces le preguntaba a mi madre qué me iba a regalar si conseguía buena nota. Ella me respondía siempre que el tesoro es la propia educación que te llevas, el propio aprendizaje, y que hacer eso era mi obligación para desarrollarme yo mismo”. Esto la hacía, como él nos dice “muy buena profesora, y lo era porque imponía esa disciplina”, algo que “a mi me enseñó a cultivar el esfuerzo”.

Por todo esto, y mucho más, para Carlos Torres Vila “la educación es clave en el desarrollo de las personas, de la sociedad, y he tenido la suerte de vivirlo desde muy cerca, desde muy pronto”. Por ello, para él “la iniciativa de Aprendemos Juntos es un referente, un ejemplo claro de cosas que podemos hacer, y que ha sido muy reconocido por Naciones Unidas como uno de los programas de calidad que ayuda a abordar uno de los retos de los 17 objetivos de desarrollo sostenible”. 

Una iniciativa que celebra las “mil millones de visualizaciones”. Ante eso, “quería dar las gracias a los más de doscientos ponentes que se han sentado en esta silla o en otros formatos para compartir sus experiencias de vida. A todos los que habéis estado en estas gradas interesados por estas temáticas. A todos los que difundís y habéis difundido. A los que producís, a los guionistas, a los cámaras, a todos, de verdad, muchísimas gracias. Hemos recorrido un enorme camino y, por supuesto, esto no acaba aquí. Tenemos que seguir recorriéndolo. Tenemos que seguir aprendiendo juntos, que de eso se trata”.

Biografía

Carlos Torres Vila estudió Ingeniería Eléctrica y Administración de Empresas en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y obtuvo también un MBA de la Escuela Sloan de Administración y Dirección de Empresas de la misma universidad. Además, es licenciado en Derecho por la UNED.