¿Cuáles son los beneficios de ser autónomo?

Empezar a trabajar por cuenta propia no solo implica una transformación laboral, también un cambio en el estilo de vida que se tenía siendo asalariado. Por otro lado, ofrece flexibilidad y control sobre la vida profesional. 

A continuación, se van a explicar cuáles son los principales beneficios de ser autónomo… y también los perjuicios más comunes. ¡Sigue leyendo para saber más!

Al emprender un proyecto, existen diversas aspiraciones según los objetivos de cada persona. En algunos casos, se busca hacer realidad el deseo de dedicarse a una actividad soñada. Entre otros, los beneficios de ser autónomo destacan:

• Flexibilidad horaria y organizativa: permite establecer horarios propios y organizar el día según las necesidades personales y profesionales. Esto facilita la conciliación entre la vida laboral y personal.
• Posibilidad de elegir proyectos y clientes: a diferencia de un empleo tradicional, ser autónomo tiene el beneficio de poder seleccionar los proyectos más interesantes y trabajar con clientes afines a los valores y objetivos personales.
• Potencial de mayores ingresos: los ingresos no están limitados a un salario fijo, por lo que existe la posibilidad de aumentar las ganancias en función del esfuerzo y la cantidad de trabajo realizado.
• Acceso a seguros médicos y de baja laboral: otro beneficio de ser autónomo es que se pueden contratar seguros médicos adaptados a las necesidades que se tengan, lo que garantiza una atención sanitaria adecuada. Además, existen seguros de baja laboral que proporcionan un ingreso económico en caso de enfermedad o accidente, ofreciendo así mayor tranquilidad.
• Desarrollo profesional y crecimiento personal: trabajar por cuenta propia fomenta el aprendizaje continuo y el desarrollo de habilidades, ya que se requiere actualización constante para mantenerse competitivo en el mercado.
• Beneficios fiscales y deducciones: dependiendo del país, ser autónomo conlleva el beneficio de poder acceder a deducciones fiscales por gastos relacionados con la actividad. Por ejemplo, en España se puede desgravar el IVA en ciertos productos o servicios. Dependiendo del sector en el que se desempeñe la actividad empresarial, es posible reducir costes en un 21% en diversos gastos, como combustible, equipamiento informático, impresoras, material de oficina o dietas, entre otros.
• Subvenciones y ayudas para autónomos: el Gobierno y las Comunidades Autónomas establecen programas para incentivar el emprendimiento. Además, existen iniciativas privadas que pueden servir de apoyo para obtener el impulso necesario.

Como en cualquier situación, hay beneficios por ser autónomo y, también, perjuicios (o aspectos negativos), siendo los más comunes:

• Ingresos variables e inestabilidad económica: a diferencia de un empleo fijo, los ingresos de un autónomo pueden fluctuar, lo que requiere una gestión financiera eficiente para afrontar periodos de menor demanda.
• Mayor carga administrativa: ser autónomo implica llevar a cabo tareas administrativas, como facturación, declaración de impuestos y gestión contable, lo que puede suponer un esfuerzo adicional.
• Mayor responsabilidad y carga de trabajo: el autónomo debe encargarse de todas las gestiones de su negocio, desde la captación de clientes hasta la ejecución del trabajo, lo que puede generar estrés y una mayor carga laboral.