Seguro para animales domésticos

Los perros, gatos y otros animales domésticos son para sus dueños un miembro más de la familia, alguien a quien cuidar y que ofrece a cambio cariño, fidelidad y compañía. Por este motivo, muchos hogares deciden contratar un seguro para animales domésticos que les garantice los cuidados de su mejor amigo y pueda cubrir también las responsabilidades derivadas del comportamiento de las mismas. Así, los seguros para mascotas contemplan tanto las necesidades del animal como las de la familia con la que convive y, al mismo tiempo, cubre posibles contingencias o inevitables situaciones de peligro en los que los animales de compañía se pueden ver involucrados aun sin saberlo.

Por muy domesticados que estén los animales, siempre existe un cierto riesgo de que puedan causar daños a otras personas, bien sean daños personales derivados del comportamiento agresivo del animal, bien sea en forma de daños causados a la propiedad ajena. Por este motivo, muchos dueños de mascotas eligen contratar un seguro de responsabilidad civil que cubra los gastos que puedan derivarse de este tipo de comportamientos.

Existen seguros obligatorios (de perros, por ejemplo) para aquellos supuestos contemplados en la Ley como “animales potencialmente peligrosos”, los cuales están sujetos a regulaciones municipales y autonómicas puesto que se considera que pueden suponer un peligro para la comunidad. Aunque la legislación varía entre una comunidad y otra, hay ocho razas de perros que se estiman potencialmente peligrosas en todo el territorio nacional: el PitBull Terrier, el Staffordshire Bull Terrier, el American Staffordshire Terrier, el Rottweiler, el Dogo Argentino, el Fila Brasileiro, el Tosa Inu y el Akita Inu. Los gatos y otras mascotas comunes no están incluidos dentro de esta categoría, por lo que no es obligatorio contratar un seguro de responsabilidad civil para estos animales. En cuanto a las mascotas exóticas, hay que decir que están sometidas a legislación específica, que regula las obligaciones relacionadas con su posesión y cuidados.

Una de las razones por la que muchos de los hogares donde hay una mascota deciden contratar un seguro, es para poder cubrir los gastos derivados de las posibles enfermedades del animal. Estos seguros pueden incluir consultas, pruebas, intervenciones quirúrgicas y gastos relativos al post operatorio, pero no suelen incluir vacunas o atención preventiva. Lo que sí es común en muchos seguros de este tipo es la posibilidad de contactar con un asesor veterinario durante las 24 horas del día para realizar consultas sobre la salud del animal y sus cuidados.

Además de los gastos veterinarios o los derivados de la responsabilidad civil, muchas pólizas también cubren otras posibles incidencias relacionadas con las mascotas, como puede ser el robo, el extravío, los tratamientos dentales o el sacrificio e incineración del animal. Además, los seguros más completos ofrecen servicios de transporte o guardería, y pueden hacerse cargo de los gastos de alojamiento del animal en una residencia especializada en caso de que su dueño se encuentre enfermo u hospitalizado y no pueda atenderla. Para contratar un seguro veterinario, es necesario que el animal se encuentre en buenas condiciones de salud y haya cumplido con las recomendaciones de vacunación oficial. Si la mascota tiene enfermedades previas a la contratación del seguro, es mayor, o si su enfermedad o accidente está causada por descuido o negligencia de su dueño, la compañía aseguradora no se hará cargo de los gastos derivados del cuidado de su salud.

Para calcular la prima y las condiciones de un seguro para animales domésticos, las compañías aseguradoras tienen en cuenta factores como la edad, la raza y el valor del animal o su pedigrí. También consideran el tipo de animal del que se trata y distinguen entre animales comunes o exóticos. Por último, también hay compañías que utilizan el peso del animal como un factor añadido en el cálculo de la prima. Hay que tener en cuenta que los seguros de los animales domésticos están diseñados principalmente para perros y gatos, y que los animales exóticos, los caballos u otras especies que no se consideran como de compañía no están contemplados por este tipo de seguros y pertenecen a una categoría distinta.

En resumen, un seguro de animales domésticos permite cubrir muchos de los gastos imprevistos relacionados con el comportamiento y el cuidado de las mascotas, y da a sus dueños la garantía de que sus compañeros favoritos siempre estarán bien atendidos. 

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