Invertir puede ser inicialmente intimidante, especialmente para quienes no tienen experiencia previa en el mundo financiero. Sin embargo, con la información adecuada y una estrategia bien definida, cualquier persona puede comenzar a construir su camino hacia la libertad financiera.
Pero antes de lanzarse a operar en el mercado, es fundamental que se tenga una base de conocimientos sólida que permita tomar decisiones con criterio y confianza. En este artículo, compartimos consejos prácticos y sencillos para iniciarse en la inversión bursátil, y tener en mente los errores más comunes a evitar.
Primer consejo para aprender a invertir: formarse
Si se quiere aprender a invertir, lo primero es adquirir los conocimientos básicos sobre la “materia”, lo que implica, por ejemplo, conocer el funcionamiento general del mercado, los activos financieros en los que se puede invertir (acciones, fondos de inversión o etfs, por ejemplo), los perfiles de riesgo que existen (y que analizaremos más adelante), etc. Una vez adquirida esta formación más básica, es posible ampliarla con el aprendizaje de conceptos más avanzados, como los relacionados con el análisis financiero o técnico, entre otros.
Hay varias maneras o fuentes para adquirir estos conocimientos, empezando por libros especializados en economía (y, en concreto, en inversión), cursos y webinar de formación (como los de BBVA Trader) o tutoriales y vídeos explicativos online.
Segundo consejo para aprender a invertir: conocer el perfil de riesgo
Tal y como se ha avanzado, conocer el perfil de riesgo que a uno le corresponde, como inversor, es vital a la hora de invertir.
Y es que, según el tipo de personas y sus características (destacan, en este sentido, la experiencia y el patrimonio), el riesgo que se está dispuesto a asumir al invertir, sea en el activo que sea, es distinto. Por ejemplo, una persona experimentada y con mayores “posibilidades económicas” será, previsiblemente, capaz de asumir más riesgo que otra que no tenga experiencia (o esta sea poca) y disponga de un capital más reducido.
Un perfil más agresivo podría, dados sus conocimientos y experiencia, invertir en productos complejos que sean más “arriesgados”, con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad, mientras que un perfil más conservador, centrará sus inversiones en aquellos productos que le garanticen la preservación de su capital (en detrimento de una rentabilidad que será, a todas luces, menor).
Existe un “punto medio”, el cual corresponde al perfil de riesgo “moderado”, cuyo objetivo es lograr un equilibrio entre riesgo y rentabilidad a la hora de invertir.
Otros consejos a la hora de aprender a invertir
También es importante, al aprender a invertir, que se tengan en cuenta:
- Elegir un bróker fiable: es fundamental, al invertir, que se disponga de un broker que tenga una gran fiabilidad y que, además, se adapte a la forma que se tiene de operar: comisiones ajustadas, herramientas de información potentes, posibilidades de invertir en diversos mercados, etc.
- Investigar las empresas en las que se quiere invertir: conocerlas es fundamental si se quieren minimizar errores al invertir, pudiendo optar por consultar su información en medios de comunicación especializados, portales especializados en economía y finanzas o, incluso, en la página web de la propia empresa o de la CNMV (como supervisor del mercado bursátil en España). Los datos recabados ayudarán a tener una “primera fotografía” de la empresa, en relación a la posición que tiene en su sector y a su desempeño, facilitando la toma de decisiones.
- Estar informado de la actualidad: estar “al día” (no solo en temas económicos, también en lo geopolítico y en lo relativo a mercados financieros) es vital, debiendo ponerse el foco en: la evolución de los índices que correspondan a las geografías de los valores en los que se quiere invertir, la evolución del valor que interese (y de su cotización en bolsa), los resultados financieros de las empresas en las que se esté interesado, etc.
- Establecer metas realistas: es crucial no plantear objetivos que no sean posibles o alcanzables, es decir, hay que tener unas expectativas que sean claras y realistas, para evitar posibles decepciones y frustraciones futuras. Para ello, lo primero es definirlas y lo segundo es determinar un plazo para alcanzarlas. No hay que olvidar, en ningún caso, aspectos como el punto del que se parte o el hecho de que los mercados son fluctuantes y que las rentabilidades no están, en ningún momento, garantizadas (es decir, el riesgo nunca es cero).
- Pensar en el largo plazo (y no en el corto): invertir no es un “sprint” y sí una carrera de fondo, lo que significa que no se consiguen resultados de forma inmediata, sino en el medio-largo plazo. Por lo tanto, es bueno que esto se tenga en cuenta si se quieren tener más opciones de alcanzar los objetivos marcados.
- Utilizar las herramientas adecuadas: herramientas especializadas, como la plataforma de BBVA para operar e invertir en acciones y ETF.
- Monitorizar las inversiones: saber que no se termina el proceso con la inversión es otro de los aprendizajes necesarios al invertir. Hay que hacer un seguimiento de los valores en los que se ha “puesto el dinero”, para lo que se debe contar con herramientas especializadas que permitan visualizar los cambios en el precio o informen de las novedades del mercado. También se puede recurrir a los gestores de carteras. En resumen, hay que revisar, mensual o trimestralmente (como mínimo), el estado de las inversiones, para ver su comportamientos y valorar posibles ajustes (si este no es el adecuado).

La importancia de diversificar a la hora de invertir
¿Qué errores hay que evitar al invertir?
Son varios los fallos que se cometen y que, en gran medida, se deben evitar y/o corregir:
No optar por un solo tipo de orden y elegir órdenes avanzadas como medida de protección de riesgo en la cartera, como las órdenes avanzadas (Stop, OTO, OCO y OTOCO) en BBVA Trader.
Además, también puedes utilizar en las operaciones en bolsa los tres tipos de órdenes que permite el mercado español, si operas en valores nacionales: mercado, limitada y/o por lo mejor.
No comenzar con grandes cantidades de dinero
Dado que, normalmente, los inicios son complicados, se recomienda que no se empiecen a invertir unas cantidades elevadas, ya que se corre el riesgo de perder más.
No olvidarse de las inversiones y hacer un seguimiento constante
Se ha avanzado en el apartado anterior: hay que dedicarle tiempo a los valores en los que se invierte. En el caso de no disponer de él, habría que ponerlos en manos de un experto que las vigile y asesore en los posibles ajustes que sean necesarios.
No invertir el dinero que se pueda perder y que vamos a necesitar en un futuro próximo
Teniendo en cuenta que en el corto plazo, se puede perder dinero, es importante que no se invierta todo el capital del que se dispone y se guarde, en todo caso, un fondo de emergencia (para hacer frente a posibles imprevistos).
No creer que siempre se gana
Como se ha indicado, invertir es una carrera de fondo, no un sprint, por lo que un objetivo realista no es ganar dinero siempre y sí conseguir que crezca la cartera de inversión a largo plazo, a pesar de que en determinados momentos se sufran pérdidas, con la idea de que,en el futuro, se pueda revertir la situación.
No estar todo el día revisando lo invertido
Si bien es cierto que, como se ha dicho, hay que dedicarle tiempo a la inversión, no hay que hacer un seguimiento al minuto de ella, ya que esto llevará, primero, a un mal consumo del tiempo y, segundo, a una intranquilidad innecesaria (si no se consigue lo esperado) que puede derivar en una toma incorrecta de decisiones.