Así es el cálculo de lo que pagaremos con el pago fraccionado

Descubre las ventajas del fraccionamiento de pagos de las tarjetas de débito.
¿Tienes tu presupuesto mensual controlado y de pronto llega un imprevisto que lo desbarajusta todo? ¿Llega la hora de pagar impuestos y son más de los que pensabas? El fraccionamiento es una solución muy práctica para hacer frente a estos pagos con comodidad. En este artículo te contamos cómo se calcula un pago fraccionado y te explicamos las ventajas del nuevo sistema con el que puedes aplazar el pago de tus impuestos, tus compras con la tarjeta de débito, tus recibos (superiores a 300 €) o ciertas tipologías de transferencias (también por encima de 300 €).

¿Qué es el pago fraccionado?

Un pago fraccionado consiste en un aplazamiento de los pagos, que se abonan en cuotas periódicas, normalmente mensuales, de forma que resulte más cómodo hacer frente a gastos de mayor envergadura o, simplemente, distintos de los habituales. Lógicamente, al tratarse de un préstamo concedido para suplir la falta temporal de liquidez, lleva asociada una comisión que se calcula según el importe y el plazo, la cual se reparte uniformemente entre las cuotas para que sea más cómodo su pago.

Así es el pago fraccionado en las tarjetas de débito de BBVA

Aunque el fraccionamiento de pago está ligado frecuentemente a las tarjetas de crédito, con BBVA también se puede aplicar a las de débito, incluyendo el abono de una única comisión por cada fraccionamiento realizado y sin comisiones de emisión, mantenimiento o cancelación. Este último proceso, la cancelación, puede llevarse a cabo cuando se desee sin coste adicional respecto al importe a devolver.

Para fraccionar un pago por primera vez es necesario contratar el servicio (bien a través de bbva.es o de la app de BBVA), tras lo cual se asigna un límite al cliente, nunca superior a 1.200 €, en base a su situación crediticia. Una vez lo tenga podrá acudir al pago fraccionado, siempre que la operación así lo permita, el cual vendrá notificado como ‘Fraccionable’ en el listado de movimientos de la cuenta.

Las peticiones de fraccionamiento de pago son ilimitadas, pero deben cumplir unos requisitos: 

  • El pago de compras a débito o impuestos cargados a cuenta a partir de 50 €. De igual modo, puede hacerse el fraccionamiento de pago en recibos, siempre que estos superen los 300 € y no provengan de financieras, y en algunas tipologías de transferencias que, eso sí, superen los 300 €.
  • El pago debe devolverse en un plazo máximo de 90 días.
  • El número de movimientos a solicitar por petición no debe ser mayor de 5.
  • El dinero requerido no debe exceder el límite de crédito que tenga en ese momento.
De cumplirse, BBVA reintegrará el importe de las operaciones seleccionadas a la cuenta del cliente, que a su vez lo abonará en el plazo elegido. En cuanto a la capacidad de crédito, esta disminuye con cada fraccionamiento contratado y se va restituyendo a medida que se van devolviendo cuotas.
 
En definitiva, el fraccionamiento de pagos de BBVA es un modo sencillo de aplazar las compras, y otros gastos, ya realizados. Entra en la app de BBVA y descubre cómo pagar tus gastos más importantes con comodidad.