Nuevas amenazas comerciales acaban con la complacencia

Álvaro Manteca, responsable de Estrategia de Banca Privada de BBVA.
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27/10/2025

Nuevos máximos históricos devuelven las cosas a su sitio

Álvaro Manteca, responsable de Estrategia de Banca Privada de BBVA, nos trae el análisis económico de la semana.
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27/10/2025

Los mercados cerraron la semana con un tono constructivo, apoyados en una narrativa que empieza a consolidarse: el escenario de aterrizaje suave ya no es solo una expectativa, sino una realidad que se va confirmando con cada nuevo dato macroeconómico. Las grandes economías muestran resiliencia, la inflación cede terreno y los bancos centrales siguen girando hacia una postura más flexible. Todo ello en un entorno donde los resultados empresariales a ambos lados del Atlántico están superando las previsiones y apuntalando el apetito por el riesgo.

Durante los últimos días, la atención del mercado se centró en los precios estadounidenses, que reforzaron el escenario de desinflación. El IPC subyacente de septiembre avanzó apenas un 0,2% mensual, situando la inflación interanual en el 3%. Fue el dato más suave de los últimos tres meses, y con él, la Reserva Federal tiene vía libre para ejecutar un nuevo recorte de 25 puntos básicos esta semana. A ello se suma la expectativa de que el banco central podría anunciar, además, el final del proceso de reducción de su balance antes de fin de año.

En Europa, el tono fue también favorable. Los PMI compuestos del mes de octubre sorprendieron al alza, alcanzando su nivel más alto desde mayo de 2024. Alemania lideró la mejora, con un repunte notable del sector servicios, que compensó la debilidad persistente de Francia. Este cuadro refuerza la posición del Banco Central Europeo, que esta semana mantendrá sin cambios sus tipos de interés, consolidando la idea de que el ciclo de recortes ha terminado, al menos por ahora.

La renta variable celebró estas noticias con nuevos máximos históricos tanto en los índices europeos como en Wall Street: el S&P 500 tocó los 6.800 puntos y el Stoxx 600 rebotó un 1,7% semanal. La volatilidad y las dudas de la semana anterior, por lo tanto, cedieron el testigo a la tendencia alcista de fondo.

Mirando hacia adelante, la nueva semana arranca cargada de referencias que pondrán a prueba esta visión de equilibrio. En Estados Unidos, además de la reunión de la Fed, conoceremos la primera estimación del Producto Interior Bruto del tercer trimestre, que se espera crezca un sólido 3% anualizado. El consumo, motor de la economía, habría seguido mostrando fortaleza y la inversión empresarial, aunque desigual, se mantendría firme gracias a la ola de gasto asociada a la inteligencia artificial. También se publicarán los ingresos y gastos personales de septiembre, junto al deflactor subyacente del consumo privado, la medida de inflación preferida por la Fed, que debería confirmar un avance de apenas el 0,2% mensual.

Europa, por su parte, estará pendiente del Producto Interior Bruto del tercer trimestre en Alemania, Francia, Italia, España y el conjunto de la eurozona, que debería confirmar un crecimiento marginal pero positivo. Por su parte, el BCE debería confirmar que se encuentra cómodo manteniendo la actual pausa en su política monetaria. También conoceremos la inflación de octubre en los principales países de la región.

En el plano corporativo, la atención volverá a centrarse en los resultados de los grandes gigantes tecnológicos. Empresas como Apple, Amazon, Alphabet o Meta presentarán sus cifras trimestrales en un contexto de gran optimismo. Esta campaña de resultados está siendo la mejor de los últimos dos años: más del 80% de las compañías del S&P 500 está superado las previsiones de beneficios, y el tono de las revisiones es netamente positivo. Los llamados “Siete Magníficos” podrían confirmar, o matizar, el optimismo inversor.

Por otro lado, las expectativas geopolíticas han mejorado durante el fin de semana. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, anunció un “marco muy exitoso” para la próxima cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping, tras dos días de conversaciones en Malasia. Trump aseguró que hay una “muy buena posibilidad” de alcanzar un “acuerdo completo”. En un contexto donde las tensiones comerciales habían vuelto a ganar protagonismo, este avance refuerza la sensación de distensión y añade un elemento de apoyo a los activos de riesgo.

En conjunto, los inversores afrontan el cierre de octubre con un panorama que sigue siendo favorable para los activos de riesgo, pero en el que la complacencia no tiene cabida. Las bolsas cuentan con catalizadores potentes, pero persisten riesgos que no conviene ignorar: la tensión estructural entre China y Estados Unidos continuará, las dudas sobre la salud del mercado de trabajo americano seguirán estando presentes y las elevadas valoraciones y la excesiva concentración en el mundo de la tecnología, mantendrá alerta a los inversores.

Por eso, aunque mantenemos una visión táctica positiva, creemos que la gestión del riesgo debe seguir siendo prioritaria. Recomendamos una completa diversificación geográfica y sectorial y una exposición equilibrada entre crecimiento y valor. El escenario base sigue siendo el de una economía global que logra su aterrizaje suave. Pero, como siempre, el vuelo hacia ese destino no estará exento de turbulencias.