Se define como el conjunto de medios, estrategias y políticas relativas al desplazamiento y transporte de personas y mercancías con bajo coste social, ambiental y energético.
Aplicable también a los grandes trayectos internacionales, suele ser en las urbes en las que adquiere más sentido, dado que en ellas comienzan y terminan los desplazamiento largos (vuelta de segundas residencias, por ejemplo) y, también, los cortos (ida y vuelta al trabajo, reparto de mercancías, urgencias médicas, ocio, etc.), lo que se traduce en un mayor movimiento y uso elevado del transportes de naturaleza ecológica.