¿Cómo ahorrar en los gastos de un bebé?

Una parte “importante” del presupuesto anual se destina, tras el nacimiento del bebé, a la compra de su comida (o de los alimentos con los que se prepara).  Es habitual, por ejemplo, la adquisición de leche y de alimentos específicos para ellos, como los potitos y las papillas (más caros, en principio, que los “productos” para adultos). 

Antes de llevarse las manos a la cabeza y de empezar a hacer cálculos para cubrir este gasto, hay que tener en cuenta (para ahorrar en la alimentación del recién nacido) lo siguiente: 

• Dar el pecho al bebé: en los primeros meses de vida, los niños se alimentan únicamente de leche. Por tanto, y durante este periodo de tiempo, esta opción (recomendada por la Organización Mundial de la Salud) supondrá un ahorro muy grande. 
• Dar leche en polvo: si se opta por no dar el pecho o se retira al pasar los primeros meses de vida del bebé, es recomendable comprar fórmulas de leche en polvo, dado que son más baratas que la leche concentrada o líquida. 
• Dar comida casera: cuando el niño empieza a comer otro tipo de alimentos, adicionales a la leche, es recomendable, para ahorrar, hacer los potitos y las papillas en casa. A la larga, es más barato que se compren los alimentos, se cocinen en casa y se trituren con una batidora potente o una licuadora. Además, la comida casera suele ser más sabrosa y nutritiva que la que se compra ya hecha. 

Ser madre o padre hace que se sea consciente del gasto que suponen los pañales de los bebés. Es un producto que no es barato y que se necesita, al menos, en los primeros 2 años del hijo/a. A los pañales “diurnos” (los más comunes) hay añadir, aunque ya es opcional, los pañales nocturnos (que, de adquirirlos, se utilizan, al menos, uno o dos años más. 

Existen dos formas para ahorrar en pañales:

• Utilizar pañales de tela: se lavan y reutilizan, por lo que bastará con comprar tres o cuatro.
• Comprar en tiendas al por mayor: los pañales no caducan, por lo que una manera de ahorrar es comprar grandes cantidades en tiendas de venta al por mayor, que siempre son más baratas. Ahora bien, a la hora de comprar pañales en grandes cantidades, es necesario tener en cuenta el desarrollo del bebé. De lo contrario, es posible encontrarse con docenas de pañales de un tamaño que ya no le caben y, en lugar de ahorrar, se estaría desperdiciando el dinero. 

Los bebés crecen muy rápido. Por eso, los expertos recomiendan que no se compre un montón de ropa, por muy bonita que sea, durante los primeros años de vida. En su lugar, se debe:

• Comprar pocos conjuntos de cada talla, ya que, en cuestión de días, puede quedarse pequeña y no podrán volver a usarla. 
• No pasa nada si le queda un poco grande: es mejor comprar una talla más para que la puedan usar más tiempo. 
• Espera a recibir todos los regalos antes de comprar: la ropa es uno de los regalos más recurrentes, entre familiares y amigos, cuando se tiene un hijo, por eso es bueno esperar para comprar. 

Cuna, cambiador, sillita para el coche, trona… y así hasta llenar folios y folios con todo el mobiliario nuevo que se tiene que comprar con la llegada de un bebé. Son objetos de un precio alto, pero en los que, con un poco de sentido común y paciencia, se puede ahorrar. ¿Cómo? De la siguiente forma:

• Comprar de primera mano los más indispensables: por ejemplo, la silla del coche, ya que es un objeto destinado a garantizar la seguridad de nuestro bebé y es recomendable que cuente con las últimas prestaciones. 
• Comprar el resto de segunda mano: por lo general, son cosas que no se usan demasiado y si se dedica algo de tiempo a buscar en tiendas de segunda mano, se pueden encontrar en perfecto estado y mucho más baratos.
• Heredar de familiares y amigos.

Durante los primeros meses, no hay que preocuparse por el gasto que supone pagar a un tercero por cuidar del bebé. El permiso de nacimiento y cuidado del menor hace que se puedan estar los primeros meses de vida con él, sin tener que ir a trabajar. Cuando llegue el momento de volver a incorporarse al mercado laboral, se puede hacer lo siguiente (para ahorrar): 

• Cuadra los horarios de trabajo con tu pareja: si uno trabaja de turno de mañana y otro de tarde, hay opción de turnarse para estar con el bebé sin tener que recurrir a terceros. 
• Acude a guarderías públicas: tienen más lista de espera, pero son más baratas que las privadas. 
• No hay que decantarse por la primera que se vea: se tiene que dedicar tiempo a buscar todas las guarderías cercanas a la casa o trabajo. Los precios entre unas y otras pueden variar y suponer un ahorro a la larga. 

No es necesario llenar la casa de juguetes porque, en realidad, los bebes solo juegan con unos pocos e ignoran el resto. Por ello:

• Compra juegos de segunda mano. 
• Invierte en unos pocos, pero muy completos: las alfombras multijuego o las piezas de construcción (importante: mirar siempre la edad recomendada) son como estrenar un juguete nuevo cada día, por su enorme versatilidad. 

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