Mejora la protección de tus datos personales

Descubre cómo navegar de forma segura y proteger tu privacidad en la red.
Internet es un espacio en el que la información circula libremente. Generalmente, esto es una gran ventaja, pero también entraña algún que otro riesgo, como que nuestra información personal pueda ser víctima de una violación de la privacidad. Por ello, es necesario prestar atención a qué tipo de información queda disponible en la red. Sigue leyendo para descubrir cómo puedes mejorar la protección de tus datos personales y evitar que estos queden a disposición de terceros en la red.

¿Qué son los datos personales?

Como consecuencia del constante intercambio de información que tiene lugar en Internet, es posible que el usuario proporcione datos personales sin que sea consciente de ello. Estos datos, en su definición más amplia, son los que comprenden toda aquella información que permite identificar a un individuo de manera directa o indirecta. Las fotografías, el DNI, nombres y apellidos, la dirección, el número de teléfono, la dirección IP del ordenador o los nombres de usuario se consideran datos de carácter personal. No lo son, por ejemplo, la información de personas jurídicas o sociedades limitadas o anónimas. 

La protección de esta información personal es, en la actualidad, una de las prioridades de los Gobiernos e instituciones internacionales. En España, está regulada por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales.

Buenas prácticas para mejorar la protección de los datos personales

Dada la importancia de esta información, es necesario aprender cómo protegerla en Internet para evitar que sea accesible. Aunque existen muchos factores que quedan fuera del alcance del usuario y que intervienen en el tratamiento de los datos personales, existe un conjunto de buenas prácticas que puede seguir para prevenir un uso ilícito de los mismos.

Estos son algunos consejos a tener en cuenta: 

  • Proteger el acceso a los dispositivos: los dispositivos como ordenadores portátiles, móviles o tabletas siempre deben estar protegidos por una contraseña, ya que suelen contener una gran cantidad de información personal que podría quedar expuesta si son objeto de robo.
  • Configurar la privacidad de las redes sociales: en las páginas web y aplicaciones sociales se suelen compartir datos personales voluntariamente, pero conviene saber quién tiene acceso a ellos. Para ello, basta con echar un vistazo al apartado de privacidad y establecer la configuración que resulte más adecuada. 
  • Establecer contraseñas seguras: es habitual que muchos sitios web exijan al usuario identificarse mediante un nombre de usuario y contraseña. Para mayor protección, es recomendable crear contraseñas diferentes que no resulten fáciles de averiguar para cada uno de los sitios a los que se acceda. Lo ideal es una combinación de cifras y letras alternando mayúsculas, minúsculas y otros caracteres no alfanuméricos. Para recordarlas, se debe evitar dejarlas anotadas en un lugar visible y utilizar un gestor de contraseñas a fin de guardarlas en lugar seguro.
  • Utilizar el doble factor de autenticación: la doble verificación permite asegurarse de que no se está intentando acceder ilícitamente cuando se inicia sesión en un servicio (de correo electrónico, por ejemplo) desde un dispositivo que no es el habitual. Generalmente, se pide que se introduzca un código de confirmación que se envía al móvil del usuario mediante SMS.

Lo que se debe evitar para no poner en peligro los datos personales

En general, la mejor recomendación para garantizar que la información personal está protegida en la red es hacer uso del sentido común. Basta con utilizar Internet de forma sensata y consciente para evitar los riesgos innecesarios y aprovechar todas sus ventajas.

Por ello, es recomendable desconfiar de aquellas páginas web que tengan una apariencia poco fiable o que pidan datos personales sin justificación. Por otro lado, tampoco es conveniente, por ejemplo, mantener activada constantemente la ubicación en los dispositivos, pues las aplicaciones pueden acceder a este tipo de información sin que el usuario esté al tanto. Asimismo, no se deben compartir datos personales al conectarse a una red Wi-Fi pública. Estas redes abiertas pueden no estar cifradas, de forma que toda la información que se transmite por ellas queda expuesta. Finalmente, no tener los dispositivos actualizados también derivará en que los datos personales sean más susceptibles a estas amenazas.

Como regla general, además, se evitará aceptar las políticas de privacidad de los sitios web o aplicaciones sin leerlas detenidamente, especialmente cuando recopilan algún tipo de información de carácter personal. De igual forma que no se debe firmar un contrato sin atender a todos los detalles que recoge, proporcionar datos personales sin conocer cómo se van a tratar puede vulnerar la privacidad del usuario. 

En BBVA, la protección de tus datos es una de nuestras principales prioridades. Por esta razón, garantizamos que tu información personal se trata de acuerdo con la legislación vigente de protección de datos. Además, contamos con medidas de seguridad que garantizan la privacidad de cualquier intercambio de información entre el cliente y el banco. Para más información puedes visitar nuestra sección sobre Política de Protección de Datos Personales.