¿Te has planteado invertir en Bolsa, pero no sabes ni por dónde empezar? ¿Te interesa el mundo bursátil, pero crees que es algo complicado e inaccesible? No te preocupes: en BBVA te lo intentamos explicar paso a paso.
En primer lugar, hay que señalar que los ingresos de la Bolsa se generan principalmente de dos maneras: comprando acciones de una compañía y vendiéndolas cuando suba su precio (a lo que llamamos plusvalías), o bien a través de los dividendos, que son los beneficios que las empresas reparten entre sus accionistas.
En segundo lugar, aunque a largo plazo la Bolsa pueda constituir una inversión muy rentable, hay que conocerla bien y operar con criterio; no nos podemos olvidar de que se trata de una inversión en renta variable, bien al alza, pero también a veces a la baja. No se puede conocer de antemano la rentabilidad de una acción, por eso es recomendable invertir solo aquella cantidad que no vayamos a necesitar a corto plazo, y que establezcas tus límites. Puede ocurrir que, a la hora de vender, obtengas por tus acciones un precio menor al que pagaste por ellas.
Por último, hay que tener en cuenta que las ganancias obtenidas en la Bolsa tributan. Si mantienes tu inversión más de un año, la ganancia no estará sujeta a retención y grabará a un 21 %. Si por el contrario estas ganancias se han generado en menos de un año, se sumarán a las rentas del trabajo y tributarán al tipo que corresponda. Además, pasados los 1.500 primeros euros, los dividendos también tributarán un 21 %. Esta fiscalidad es para Territorio Común, ya que las Haciendas Forales tienen otro porcentaje de tributación.
Las operaciones en bolsa, como comprar y vender acciones, también conllevan unas comisiones que varían según la entidad bancaria. Si te vas a animar a invertir en Bolsa, en BBVA contamos con las herramientas necesarias para que puedas invertir de forma cómoda y segura.