¿Inclumplirá Estados Unidos el pago de su deuda?
Álvaro Manteca, responsable de estrategia de inversión de Banca Privada de BBVA.

27/04/2023

En los últimos días, unos menores ingresos fiscales en Estados Unidos han provocado una creciente inquietud entre los inversores, ya que con el límite de endeudamiento público excedido desde el mes de enero, se acerca peligrosamente la fecha en la que el Tesoro estadounidense podría quedarse sin dinero para hacer frente a sus obligaciones.

Algunos analistas sitúan la llamada "Fecha X" en la parte final de mayo o a comienzos del mes de junio, lo que justifica que las primas de los CDS sobre la deuda americana (instrumentos que protegen ante incumplimientos del pago de la deuda), hayan repuntado hasta niveles que no veíamos desde la Gran Recesión Financiera.

Según algunos analistas el Tesoro estadounidense podría quedarse sin dinero para hacer frente a sus obligaciones en la parte final de mayo o a comienzos del mes de junio.

Históricamente, las luchas políticas para acordar un nuevo techo de deuda han sido especialmente encarnizadas cuando los republicanos dominaban la Cámara de Representantes y los demócratas tenían la presidencia y el control del Senado, como es el caso actualmente. Además, la elevada polarización política actual hace que las posturas estén, en estos momentos, muy alejadas: los republicanos exigen 4,5 billones de dólares en recortes de gasto y los demócratas quieren un acuerdo que no acarree ningún tipo de recorte.

Así las cosas, es probable que las negociaciones se extiendan hasta el límite y, normalmente, el partido que da su brazo a torcer es el que es percibido por el electorado como el culpable de la situación. Según las últimas encuestas, las culpas se reparten casi por igual entre los dos partidos, aunque esto podría cambiar en los próximos días.

¿Qué esperar para las próximas semanas? Lo más probable parece un aumento del techo de la deuda a corto plazo, ya que el Congreso puede legislar para ganar más tiempo, como ya hizo en algunas ocasiones en el pasado. Así, podría aprobarse una ley que suspendiera el techo de deuda hasta finales de año. Esta solución temporal parece que ya se está negociando.

Casi igualmente probable sería que alguno de los partidos cediera y aceptara, al menos en parte, las exigencias del otro. Si la opinión pública empieza a identificar con mayor claridad un responsable de la falta de acuerdo, esta probabilidad aumentaría de forma exponencial.

Por último, es muy poco probable, aunque no imposible, que se alcanzara la "Fecha X" sin acuerdo y que el Tesoro tuviera que priorizar pagos. En este caso, lo más probable es que se priorizara el pago de la deuda, a costa de otras transferencias como sueldos públicos, pensiones y subsidios. Esto generaría mucho malestar social, que ejercería una presión extrema sobre el Congreso, con lo que sería muy probable que se forzara a los partidos a negociar.

Finalmente, existe una probabilidad remota de que se incumpla el pago de la deuda, ya que esta circunstancia acarrearía una profunda convulsión, de consecuencias impredecibles sobre la estabilidad financiera mundial. Este último escenario no interesaría a nadie, dada la magnitud de la recesión económica que provocaría, así que nos inclinamos por considerarlo un riesgo de cola muy improbable, pero de consecuencias devastadoras si se llegara a producir.