Renting de coches, ¿segunda mano o nuevos?

Descubre las ventajas que presenta cada una de estas modalidades de renting.

Aunque en muchos casos necesaria, la adquisición de un coche constituye un gran desembolso a largo plazo tanto para particulares como para empresas, puesto que su mera conservación lleva asociados una serie de gastos ineludibles. Con el objetivo de reducir estos costes, cada vez son más las personas que optan por métodos alternativos a la hora de acceder a un vehículo. En este sentido, el renting de coches se ha posicionado como una de las opciones más fiables y ventajosas de los últimos años. 

A raíz del aumento en el número de usuarios de vehículos de renting, las empresas dedicadas a este tipo de alquileres han comenzado a diversificar su oferta, incluyendo modalidades que, hasta hace tan solo unos años, no se contemplaban en este ámbito. Así, hoy en día, los particulares y las empresas tienen la posibilidad de optar entre el renting de coches nuevos o el renting de coches de segunda mano que tengan entre 6 y 24 meses. En este artículo, te contamos las ventajas que presenta cada una de estas opciones.

¿Qué es el renting de coches?

El renting es un tipo de alquiler de coches a largo plazo cuya duración suele oscilar entre los 2 y los 5 años. Mediante la contratación este servicio, la empresa de renting pone a disposición del usuario un modelo de su elección, a cambio de una cuota mensual que se mantiene invariable durante todo el periodo de duración del acuerdo. 

La gran ventaja que presenta este tipo de contratos de alquiler radica en la asunción de los principales gastos asociados al uso del vehículo por parte de la empresa proveedora; de esta forma, los usuarios se encuentran exentos de hacer frente a las cuotas del seguro, los impuestos de matriculación y circulación, y las reparaciones y revisiones que pueda requerir el vehículo. Asimismo, en el caso de las empresas y los autónomos, el alquiler de un coche mediante un contrato de renting conlleva ciertas ventajas fiscales: dado que, a diferencia de la adquisición de un coche, el renting se considera un gasto en lugar de una inversión, el importe correspondiente a las cuotas del alquiler se puede deducir en su totalidad en el impuesto sobre sociedades y en el IRPF. A pesar de no tener la posibilidad de disfrutar de dichas ventajas fiscales, el renting también constituye una opción para los particulares o trabajadores por cuenta ajena que quieran disponer libremente de un coche sin necesidad de adquirirlo en propiedad. 

Una vez finalizado el acuerdo, los usuarios pueden optar por devolver el vehículo, suscribir un nuevo acuerdo para acceder a un vehículo distinto o pactar la compra del coche que se ha utilizado durante el contrato de renting.

Renting de coches nuevos

Como es evidente, la principal ventaja que presenta el renting de coches nuevos frente al renting de coches de segunda mano radica en la posibilidad de estrenar un coche nuevo cada vez que se suscribe un contrato de estas características. Independientemente de que la empresa proveedora se haga cargo de los gastos asociados a las reparaciones y al vehículo de sustitución que se proporciona en caso de necesidad, los coches nuevos generan, por norma, menos problemas mecánicos que los coches usados, ofreciendo una experiencia mucho más cómoda y agradable para el cliente. 

Asimismo, la mayoría de las empresas de renting ofrecen a los futuros usuarios la posibilidad de establecer una serie de requisitos y preferencias en lo relativo a las características del vehículo antes de proceder a la adquisición del mismo. De esta forma, el renting de un coche nuevo implica el alquiler de un vehículo especialmente seleccionado en función de las necesidades del usuario.

Renting de coches de segunda mano

En términos generales, los coches de segunda mano que las empresas de renting ponen a disposición de sus clientes proceden de contratos de renting previos y cuentan con pocos años de antigüedad y un kilometraje no muy elevado. Además, con el objetivo de garantizar el buen estado del vehículo, las empresas realizan controles minuciosos del funcionamiento y los aspectos externos (carrocería e interiores) del coche antes de ponerlo en alquiler, ofreciendo a los usuarios la posibilidad de acceder al historial y a las certificaciones mecánicas y visuales del mismo antes de tomar la decisión. De esta forma, el renting de un coche de segunda mano ofrece todas las garantías asociadas a un coche nuevo, pero a un precio considerablemente inferior. 

En BBVA ponemos a disposición de nuestros clientes distintas opciones de renting de coches, tanto nuevos como de ocasión, con todos los gastos de mantenimiento y seguro incluidos. Si quieres saber más sobre nuestro servicio BBVA Autorenting, visita bbva.es o pregunta en cualquiera de nuestras sucursales.

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