Fondos de inversión o plan de pensiones, ventajas y desventajas

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A raíz de la creciente preocupación en torno al futuro de las pensiones, cada vez son más las personas que se deciden a planificar su futura jubilación para asegurarse un retiro tranquilo. No obstante, la mayoría de los particulares no cuentan con los conocimientos o los medios necesarios para invertir de forma directa en activos, por lo que recurren a instrumentos de inversión colectiva, como fondos de inversión o planes de pensiones, dos de los vehículos de ahorro más populares entre los españoles. Aunque ambos instrumentos pueden parecer similares, cada uno de ellos presenta aspectos específicos que pueden resultar más o menos beneficiosos en función de las características y objetivos del inversor particular. En este artículo, te contamos en detalle en qué consisten las diferencias entre ambos para que puedas tomar la decisión más acertada a la hora de elegir entre fondos de inversión o plan de pensiones.

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¿Qué es un fondo de inversión?

Los fondos de inversión son Instituciones de Inversión Colectiva, son vehículos que aúnan el ahorro de multitud de inversores con el objetivo de invertirlo de forma conjunta, de forma alineada con una política de inversión determinada, y con el fin de maximizar la rentabilidad dentro siempre de los parámetros de riesgo a los que debe someterse. La inversión colectiva ofrece grandes ventajas a los inversores respecto a la inversión directa. Entre ellas, economías de escala, gestión profesionalizada, seguridad o una favorable fiscalidad que, entre otras cosas, permite traspasar la inversión entre fondos sin implicaciones fiscales. Además, los fondos de inversión son productos de elevada liquidez y es posible acceder a ellos desde importes muy reducidos.

¿Qué es un plan de pensiones?

Un plan de pensiones es un producto financiero de ahorro a largo plazo especialmente diseñado para canalizar el ahorro para la jubilación Mediante los planes de pensiones, los ahorradores particulares realizan una serie de aportaciones, periódicas o puntuales, que serán invertidas por los gestores del plan de acuerdo con la política de inversión previamente establecida y en busca de la máxima rentabilidad. Dada su vocación de instrumento de ahorro previsional a largo plazo, la liquidez de estos productos está restringida a una serie de contingencias y supuestos, como jubilación, incapacidad o desempleo de larga duración. No obstante, desde 1 de enero de 2025 será posible rescatar aquellas participaciones con al menos 10 años de antigüedad.

¿Fondos de inversión o plan de pensiones?

La principal diferencia entre los fondos de inversión y los planes de pensiones radica en la liquidez que ofrece cada uno, es decir, la capacidad de los particulares para transformar su inversión en dinero efectivo. En este sentido, los fondos de inversión ofrecen una liquidez mucho mayor que la de los planes de pensiones, puesto que los inversores tienen la posibilidad de rescatar su capital y el rendimiento correspondiente en cualquier momento. En el caso de los planes de pensiones, los ahorradores deben haber accedido a la jubilación (ya sea a edad ordinaria, anticipada o diferida) antes de poder rescatar su inversión; no obstante, existen algunos supuestos, como el fallecimiento del titular, situación de desempleo de larga duración o incapacidad laboral permanente, en los que se permite la retirada anticipada del capital. Aunque la falta de liquidez se suele considerar una desventaja, las inversiones en planes de pensiones están destinadas exclusivamente a la jubilación del particular, por lo que no tener acceso al capital puede resultar muy beneficioso a largo plazo. La liquidez busca preservar la finalidad de los planes de pensiones: que ese ahorro sea efectivamente destinado a generar un capital o unas rentas en la jubilación. En cualquier caso, la liquidez de los planes de pensiones se verá incrementada desde 2025.
fondo de inversion o plan de pensiones

En términos de activos en los que invierten, la filosofía es muy parecida. Los planes de pensiones se adscriben a fondos de pensiones, que serían el equivalente a los fondos de inversión. Existen diversos tipos de planes y fondos de inversión en función de su política de inversión y configurando una amplia gama desde los más conservadores hasta los más decididos. En ambos casos, se trata de carteras diversificadas en múltiples activos, con el objetivo de minimizar los riesgos.

En el ámbito fiscal, tanto los fondos de inversión como los planes de pensiones ofrecen una ventaja fundamental: en ambos casos, los particulares tienen la posibilidad de realizar traspasos entre planes o entre fondos sin impacto fiscal alguno. Por otra parte, es posible realizar traspasos de planes de pensiones a productos de previsión equiparables, como por ejemplo planes de previsión asegurados. Además, en el caso de los planes de pensiones, las aportaciones realizadas por el contribuyente desgravan, con ciertos límites, en el IRPF, reduciendo la base imponible y por tanto, ofreciendo un interesante ahorro fiscal que dependerá del tipo marginal del contribuyente. Finalmente, a la hora de rescatar la inversión, los fondos obtenidos mediante los planes de pensiones tributan como rendimientos de trabajo, mientras que los fondos de inversión tributarán como ganancia o pérdida patrimonial en la base del ahorro.

Por último, cabe mencionar que las aportaciones a los planes de pensiones están limitadas a 1.500 euros anuales, lo cual puede suponer una desventaja para aquellos particulares que cuenten con un patrimonio elevado. Los fondos de inversión, en cambio, ofrecen la posibilidad de realizar aportaciones de capital de manera ilimitada. En este sentido, los fondos son un buen complemento de los planes para canalizar el exceso de ahorro que no se puede destinar a planes de pensiones.

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