Invertir dinero a plazo fijo, las grandes claves

Descubre las características de los depósitos a plazo fijo.
En ocasiones resulta difícil encontrar la mejor forma de rentabilizar los ahorros. Aunque existe una gran variedad de productos con este objetivo, no todos ofrecen garantías suficientes como para adaptarse a las necesidades de los ahorradores más conservadores. En estos casos, invertir dinero a plazo fijo es una buena opción, ya que los depósitos a plazo fijo garantizan la devolución de la cantidad invertida junto con una serie de intereses. A continuación, te explicamos las grandes claves de este producto financiero.

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¿Qué es una inversión a plazo fijo?

Los depósitos a plazo fijo o imposiciones a plazo fijo son un producto que el ahorrador cede una cantidad determinada a una entidad bancaria durante un plazo acordado. Una vez transcurrido ese plazo, la entidad ha de devolver al inversor la cantidad prestada junto con una serie de intereses previamente pactados. El contrato de este producto financiero debe establecer la cuantía del depósito, su plazo y sus intereses, por lo que todos estos datos son conocidos desde el primer momento. También es posible percibir los intereses de forma periódica durante la vida del depósito, de forma mensual o trimestral, por ejemplo.

Desde la perspectiva del banco, este sistema funciona como un préstamo en el que la entidad actúa como prestatario. Por tanto, además de ser una oportunidad para que los clientes rentabilicen sus ahorros, se trata de un procedimiento clave para el funcionamiento de la banca tradicional, ya que aporta fondos a las entidades bancarias.

Las claves de los depósitos a plazo fijo

Antes de contratar un producto financiero, se han de conocer las principales características del mismo. En el caso de la inversión a plazo fijo, los aspectos claves a considerar son el plazo y capital a invertir, la liquidez, la rentabilidad y la seguridad.

Plazo y capital a invertir: el plazo o fecha de vencimiento indica el periodo de tiempo en el que el capital invertido ha de permanecer en el depósito. Normalmente es posible liquidar el depósito con anterioridad a la fecha de vencimiento, si bien suelen aplicarse penalizaciones sobre el interés que se abona. La cantidad mínima a invertir varía de una entidad a otra, mientras que el vencimiento puede ser a corto (3-12 meses), medio (2-5 años) o largo plazo (10 años o más).

Liquidez: los depósitos son productos pensados para ser mantenidos hasta fecha de vencimiento, pese a que normalmente se puede disponer del dinero con antelación, si bien la rentabilidad se vería minorada. Conviene tratar de suscribir depósitos con la idea de agotar el plazo, si bien para muchos ahorradores supone una tranquilidad saber que pueden disponer de este dinero en caso de emergencia.

dinero a plazo fijo

Rentabilidad: uno de los principales atractivos de los depósitos a plazo fijo es que aseguran una determinada rentabilidad establecida de antemano. Todos los depósitos indican los intereses a devengar, lo cual permite comparar distintos depósitos y elegir el que ofrezca mayor rendimiento. Para ello, existen dos conceptos importantes: el tipo de interés nominal (TIN) y la tasa anual equivalente (TAE). Aunque el TIN indica la rentabilidad que ofrece la entidad por el depósito, el dato a comparar para evaluar los distintos depósitos es la TAE, ya que esta indica la rentabilidad real una vez restados los gastos y las comisiones, además de homogeneizar rentabilidades de productos con diferentes vencimientos. Por lo general, cuanto mayor sea el plazo y el dinero invertido, mayor es también la rentabilidad del depósito. No obstante, conviene saber que la rentabilidad de este producto suele ser bastante limitada y está muy ligada a los tipos oficiales del dinero. En entornos de tipos muy reducidos, como el actual, las rentabilidades son muy bajas o nulas.

Seguridad: dado que la rentabilidad está preestablecida y forma parte del contrato, el riesgo de este producto de inversión es prácticamente nulo. Los depósitos garantizan la devolución de la inversión inicial más los intereses acordados al vencimiento del plazo. Con el fin de proteger a los ahorradores de hipotéticos problemas de solvencia, los depósitos están avalados por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta 100.000 euros por titular y entidad.

Diferencias con otros productos de ahorro e inversión

Para valorar las características de los depósitos a plazo fijo, resulta útil compararlos con otros productos de ahorro e inversión. Uno de los que se compara con frecuencia con los depósitos, es el de los fondos de inversión, aunque existen grandes diferencias entre ambos. La mayoría de los fondos de inversión tienen una mayor rentabilidad potencial, pero ésta, salvo en el caso de determinados fondos garantizados, no está asegurada. Por ello, se trata de un producto con un mayor nivel de riesgo. Sin embargo, los fondos de inversión ofrecen interesantes ventajas como no tributar por el traspaso entre ellos o una elevada liquidez.

Los planes de pensiones son un producto similar a los fondos de inversión, pero en principio pensado para una inversión a muy largo plazo: dado que están destinados al ahorro para la jubilación, el usuario no puede retirar su dinero hasta el momento en que da por finalizada su vida laboral, o bien cuando acaecen determinadas contingencias, como enfermedad o incapacidad laboral ¿Su gran ventaja? Las aportaciones están fiscalmente incentivadas, lo que permite interesantes ahorros en la declaración de la renta.

Por último, están los planes de ahorro, que son esencialmente un depósito, pero con condiciones distintas a las de los depósitos a plazo fijo. Tienen la ventaja de que los rendimientos están exentos siempre que se mantengan un mínimo de cinco años, y garantizan, al menos, un 85 % de la inversión, invirtiéndose el resto en activos de renta fija o variable. Por tanto, se trata de un producto menos seguro que los depósitos a plazo fijo.

Invertir dinero a plazo fijo es una buena opción si lo que se busca es una inversión segura, aunque los intereses que proporciona esta inversión suelen ser bastante reducidos.

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