Qué es una hipoteca fija

Análisis a fondo sobre las hipotecas fijas: todo lo que necesitas saber

Un préstamo hipotecario a tipo fijo es un tipo de hipoteca en la que se aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo, con lo cual la cuota mensual a pagar siempre va a ser la misma. El banco ofrece el préstamo hipotecario a un tipo de interés fijo, no depende de ningún índice de referencia, por lo que las cuotas mensuales no aumentan ni disminuyen como consecuencia de las fluctuaciones de los mercados financieros.

Las entidades financieras suelen ofrecer un tipo de interés más bajo para préstamos hipotecarios cuando el cliente domicilia su nómina, hace uso de tarjetas, contrata algún tipo de seguro, vincula un plan de pensiones, etc. Es habitual que si el cliente no cumple con las condiciones pactadas o deja de tener contratado alguno de los productos vinculados a las condiciones del préstamo hipotecario, la entidad financiera no aplicará el descuento en el tipo de interés conforme a lo establecido en el contrato, con lo cual en este caso sí que subiría la cuota mensual a pagar.

Antes de profundizar más en la hipoteca fija, conviene tener claro cómo funcionan los préstamos hipotecarios.

¿Qué es una hipoteca?

La hipoteca es un derecho que vincula la propiedad de un bien para garantizar el cumplimiento de una obligación. Al solicitar un préstamo a un banco, es posible que el banco pida como requisito constituir una hipoteca. Hablamos entonces de préstamo hipotecario, denominado coloquialmente como “hipoteca”. Lo más habitual es solicitar un préstamo hipotecario para financiar la compra de una casa, vinculando como garantía el propio inmueble.

El prestatario (quien recibe el dinero) se compromete, mediante la firma de un contrato, a devolver la cantidad prestada más el importe correspondiente a los intereses, en cuotas mensuales y durante un plazo de tiempo determinado. En cualquier préstamo hipotecario existe la garantía de los prestatarios y la garantía del inmueble, es decir, que si no se atienden los pagos de la deuda, la entidad de crédito podrá ejecutar la vivienda.

Tipos de préstamos hipotecarios

Según el tipo de interés que se aplique a la hipoteca, existen, principalmente, tres modalidades de préstamos hipotecarios:

- Hipoteca fija.

- Hipoteca variable.

- Hipoteca mixta.

Una hipoteca fija es aquella a la que se le aplica el mismo tipo de interés durante toda la vida del préstamo. Esto hace que la cuota mensual a pagar sea siempre la misma durante toda la hipoteca, aunque los tipos de interés del mercado suban o bajen.

Por el contrario, las hipotecas variables tienen un tipo de interés compuesto por un tipo de referencia, que suele ser el euríbor, más un diferencial fijo. Esto hace que las cuotas mensuales a pagar suban o bajen en función de cómo lo haga el índice de referencia (euríbor).

En las hipotecas mixtas se combina el funcionamiento de la hipoteca fija y la variable. El tipo de interés es fijo durante un plazo determinado de la duración del préstamo, mientras que el resto del plazo es variable.

Tipo de interés

El tipo de interés que se aplica a una hipoteca suele estar expresado con el TIN y con la TAE.

TIN (Tipo de Interés Nominal): es un porcentaje fijo que se aplica a la cantidad prestada y que determina la cuota a pagar a la entidad financiera.

TAE (Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva): tipo de interés que indica el coste o rendimiento efectivo de un producto financiero. La TAE se calcula de acuerdo con una fórmula matemática normalizada que tiene en cuenta el tipo de interés nominal de la operación, la frecuencia de los pagos (mensuales, trimestrales, etc.), las comisiones bancarias y algunos gastos de la operación. La TAE sirve para comparar las ofertas de hipotecas entre diferentes entidades bancarias.