Son muchos los que piensan que optar por una inversión sostenible puede suponer una merma en la rentabilidad. ¿Es cierto? La respuesta es sencilla: no. De hecho, ambos aspectos son perfectamente compatibles.
En BBVA lo sabemos y, por ello, contamos con un amplio catálogo de productos que permiten a nuestros clientes llevar a cabo esa inversión sostenible que están buscando. Un ejemplo son nuestros fondos de inversión sostenibles, con los que puedes obtener una rentabilidad ajustada al riesgo, al tiempo que contribuyes a un mundo mejor.
¿Cómo se realiza la selección de estas ‘inversiones sostenibles’?
A la hora de realizar una inversión sostenible, en BBVA tenemos en cuenta, junto a criterios de análisis financiero tradicional (balance, expectativas de crecimiento, etc.), otros basados en factores medioambientales, sociales y de buen gobierno.
Junto a ellos, y a la hora de invertir en productos sostenibles, en BBVA aplicamos una serie de prácticas adicionales, sustentadas en estos 4 criterios:
- La integración de aquellos instrumentos en los que se invierte.
- La exclusión de compañías que no cumplen los criterios éticos establecidos.
- Una política de voto, cuyo objetivo es contribuir a la creación de valor, a largo plazo, en las compañías en las que se invierte.
- Estrategias de impacto específicas para los fondos sostenibles.